Mieres se convierte en una referencia «ineludible» del coleccionismo en Europa

Es el caso de Joaquín Blanes, que acude desde Andorra. Es uno de los «fieles» a esta cita que ya cumple doce ediciones. «Llevo diez». En su puesto hay de todo, desde viejas tarjetas de crédito a cajas de cerillas, postales o sellos, entre otros muchos elementos. «Se colecciona de todo». Es un habitual a otros certámenes, como el de Madrid, París o Verona, en Italia. «La de Mieres no tiene nada que envidiar a las de Europa, hay que honrar a la organización porque coloca a este municipio en el mapa, es una cita ineludible para los aficionados».

Pero no solo de ventas o intercambios vive esta feria. Precisamente, la organización se encarga de cargarla de diversos contenidos monográficos cada año. Así, de la mano del coleccionista mierense Francisco Jurado, se ofrece un homenaje al recientemente fallecido dibujante e historietista Francisco Ibáñez; se puede disfrutar de una exposición de sus icónicos cómics y personajes, como Mortadelo y Filemón o Rompetechos.

También se puede encontrar una 'zona retro' especial de Nintendo. Se ofrece «un viaje nostálgico a un momento de los videojuegos que no se puede olvidar y que ha sido motivo de disfrute de varias generaciones». Hay una muestra de láminas con la historia de la Nintendo 64, se podrá jugar a todas las consolas míticas de sobremesa la marca de Shigeru Miyamoto, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2012.

La asociación cultural Astubrick ofrece una muestra de construcciones de Lego que están realizadas con miles de piezas y muchas horas de trabajo y dedicación; abarca un amplio número de temáticas, ciudades, superhéroes y una ciudad con más de veinte edificios.

Las puertas del recinto ferial vuelven a abrir hoy desde las 11 horas hasta las ocho y media de la noche.