La Guardia Civil desarticula una banda de kosovares dedicada al robo de cajas fuertes en Asturias
La 'Operación Rockatansky' se salda con dos detenidos, que se encuentran en prisión provisional en centro penitenciario de Asturias, y otros cuatro identificados | El grupo actuaba en estaciones de servicio, entidades bancarias y empresas de alimentación del Principado, Galicia y León
agencias
Sábado, 7 de julio 2018, 13:32
La Guardia Civil ha desarticulado un grupo organizado itinerante especializado en la comisión de robos con fuerza por el procedimiento del butrón, principalmente en estaciones de servicio de carburantes, entidades bancarias y empresas de alimentación. Operaban en Asturias, Galicia y León. En la explotación de la operación denominada 'Rockatansky', se ha logrado la detención de dos personas, ambos de nacionalidad kosovar y vecinos de Madrid, dándose a la fuga otros dos componentes del grupo, lo cuales se encontraban asentados en el Principado desde los últimos dos meses.
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Las investigaciones se iniciaban el 16 de abril, a raíz del robo con fuerza perpetrado en una estación de servicio de carburante situada en la Autovía del Cantábrico entre las localidades de Avilés y Gijón. El modus-operandi utilizado para la comisión del robo, y la herramienta empleada en la comisión del delito, hicieron sospechar a los agentes encargados de la investigación que se trataba de delincuencia especializada, organizada e itinerante.
Según avanzaban las investigaciones, se sumaban más robos que a juicio de los agentes pudieran haber sido cometidos por el grupo investigado. Se trataban de robos en estaciones de servicio de carburantes, entidades bancarias y establecimientos dedicados a la alimentación, con el denominador común de disponer de cajas fuertes donde guardar dinero en efectivo, y por lo tanto supuestamente suponían un botín apetecible para los ladrones.
Para la comisión de tales hechos delictivos, utilizaban inhibidores de frecuencia, herramientas como radiales de gran tamaño con discos de diamante aptos para cortar hierro y hormigón, hachas, mazas, gatos hidráulicos. Vestían ropas oscuras, ocultaban sus rostros con pasamontañas para no ser identificados por sistemas de video-vigilancia y manipulaban todos los instrumentos y herramientas con guantes, para no dejar huella en los mismos. Empleando para su desplazamiento vehículos con las placas de matrícula «dobladas», es decir copiadas de otros vehículos de sus mismas características (misma marca y modelo). Aunque en una ocasión perpetraron robos de vehículos de alquiler, intercambiando las matrículas entre ellos para la perpetración de los robos con fuerza.
La frenética actividad llevada a cabo por el grupo y las férreas medidas de seguridad puestas en práctica de manera constante y cotidiana por los investigados, con ausencia de arraigo conocido, ni domicilio estable, dificultaron notablemente la investigación.
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El grupo investigado lo componían un número variable de personas, llegando a contabilizarse en algún momento hasta siete componentes, fluctuando con constantes idas y venidas a la capital de la nación, con roles bien marcados y estructurados, desde el líder o cabecilla hasta el encargado de dar seguridad al resto del grupo y reconocer las zonas y lugares objeto de los robos.
El 'zulo'
El punto de origen de sus movimientos era la zona sur de Gijón, donde tenían ubicado un lugar de ocultación o 'zulo' en el que los agentes localizaron un total de cinco teléfonos móviles, dos walkie talkies, guantes y multitud de herramienta. Esta es una práctica habitual seguida por los grupos criminales, disponiendo en algún lugar oculto estos escondites para herramientas, armas o elementos necesarios para la comisión de los delitos, y que solo recogen cuando se dirigen a cometer el delito. De esta manera eluden ser relacionados con estos efectos en caso de ser identificados en la vía pública o de registro de sus domicilios.
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Para llegar al lugar, estas personas, tomaban fuertes medidas de seguridad, realizando numerosas marchas y contramarchas con sus vehículos, con constantes cambios de velocidad en su conducción, todo ello para evitar ser descubiertos.
Este grupo tras sus primeros hechos, que se perpetraban los domingos por la noche, abandonaba Asturias dirigiéndose a Madrid, su lugar de asentamiento junto con Francia, no obstante, una vez asentados en Asturias, aumentó su frecuencia en el número de hechos delictivos. Durante su permanencia en el Principado alquilaron habitaciones en pisos situados tanto en la zona centro de Gijón como en una localidad del centro de la región.
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Finalmente en la noche del día 12 de mayo, cuatro componentes del grupo criminal que eran objeto de vigilancia, procedieron a recoger los efectos que había dejado ocultos, como herramientas, emisoras y vehículos, lo que provocó que se estableciera un dispositivo que permitió en la madrugada del día 13 de mayo la detención de dos de sus componentes y la huida de los otros dos tras una persecución en su huida hacia Madrid.
Modo de operar
El escalo, la práctica de butrones, inutilización de sistemas de alarma y numerosos daños en los lugares de ubicación de las cajas fuertes de los establecimientos eran el modo de operar para acceder al botín por parte de los integrantes del grupo criminal. Los daños causando en los lugares a los que accedían, en muchas ocasiones eran mayores que el botín obtenido, que asciende a unos 130.000 euros.
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Los dos detenidos tras las correspondientes diligencias policiales, fueron puestos en la mañana día 16 de mayo a disposición de la Juez titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Gijón, bajo cuya dirección se llevó a cabo esta investigación, decretando el ingreso en prisión provisional en el C. P. Villabona.
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