Pacientes esperan a ser atendidos en el área de consultas externas del HUCA. PABLO LORENZANA
Sanidad en Asturias

Desciende la lista de espera tras un récord de 177.000 consultas externas

Hay, sin embargo, un 40% más de pacientes que antes de la pandemia y las intervenciones quirúrgicas pendientes siguen en aumento

Viernes, 21 de abril 2023, 03:40

Los médicos de atención especializada realizaron el pasado marzo 177.945 consultas, 24.792 más que durante el mes de febrero. Hay que remontarse al mismo período de 2017 para encontrar un volumen de actividad superior. Como consecuencia de esa intensidad asistencial, se ha reducido el número de pacientes que esperan por una primera consulta -son 864 menos-, pero, al mismo tiempo, se ha incrementado el número de personas que están pendientes de una cirugía y la demanda asistencial alcanza unos niveles nunca vistos.

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Es el círculo vicioso en el que se encuentra inmersa la sanidad pública asturiana, que, pese al esfuerzo de los profesionales y los planes de choque puestos en marcha por el Servicio de Salud del Principado (Sespa), no logra embridar unas listas de espera que se desataron durante la pandemia y se han convertido en un saco sin fondo. En marzo de 2019, año previo a la crisis sanitaria del coronavirus, esperaban por una consulta hospitalaria poco más de 59.000 personas; ahora son 96.876, lo que supone un incremento de casi el 40%.

El mayor nivel de actividad se ha registrado en Psiquiatría, sin pacientes esperando para una primera cita y un total de 23.866 consultas atendidas en el mes de marzo, 3.882 más que el mes anterior. Estos datos vienen a refrendar la realidad de una región que presenta una tasa de suicidios y de diagnósticos de depresión por encima de la media nacional. Una situación que se ha visto agravada a raíz de la pandemia por coronavirus, especialmente entre la población infanto-juvenil.

Las consultas externas de Traumatología, Oftalmología, Ginecología y Dermatología también experimentaron durante el mes de marzo una actividad récord. Los servicios de Traumatología y Oftalmología, con una alta demanda asistencial asociada sobre todo al envejecimiento de la población asturiana, son además los que acumulan una mayor lista de espera, tanto de consultas externas como de intervenciones quirúrgicas.

La cuestión es que, según la actualización de los datos que ofrece periódicamente el Sespa a través de su web Astursalud, a día 31 de marzo un total de 24.345 personas permanecían a la espera de una cirugía. Cifra a la que habría que sumar otras 3.016 personas que, por distintas circunstancias, rechazaron operarse en los centros alternativos que colaboran con la sanidad pública asturiana, en la mayoría de los casos con afecciones traumatológicas. Algo que viene siendo habitual y que el Sespa no contabiliza como paciente en espera estructural.

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20 días menos

A pesar de que Asturias tiene a 354 pacientes más en lista de espera quirúrgica que hace un mes; 2.702 más que hace un año; y 5.488 más que en marzo de 2019, el Sespa insiste en que se ha conseguido reducir los tiempos de demora: los asturianos esperan de media cuatro días menos que en febrero. Es más, «en los últimos seis meses se ha reducido la demora media para una operación en 20 días. La disminución ha sido especialmente notable en Neurocirugía, que ha conseguido bajar 14 días respecto a febrero; en Cirugía Cardíaca, con casi 13 días, y en los servicios de Cirugía Maxilofacial y Ginecología, con 11 y 9 días, respectivamente», destacan los responsables de la sanidad pública asturiana.

Siguiendo con las cifras en clave positiva, el Sespa incide en que Cirugía Torácica y Dermatología finalizaron marzo sin pacientes en lista de espera quirúrgica superior a los 180 días o que hay un millar de personas menos en la horquilla de quienes esperan más de tres meses por una operación. En que así sea tiene mucho que ver el plan de choque que, desde hace meses, se aplica en los hospitales públicos de la región y que consiste, por un lado, en ampliar el horario de los quirófanos para que los especialistas puedan operar por las tardes y, por otro, en estrechar la colaboración con la red concertada.

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Como parte de este plan de choque, que implica una remuneración extra a los especialistas hospitalarios que se adhieren a los denominados 'programas especiales', en marzo se llevaron a cabo 598 operaciones vespertinas. En horario de tarde se realizaron, además, 5.143 consultas externas y 986 pruebas diagnósticas adicionales, de las 40.467 que se gestionaron a lo largo del mes de marzo.

El plan de choque del Sespa, destinado inicialmente a contener la lista de espera quirúrgica, se amplió a toda la atención hospitalaria, después de que los propios médicos advirtiesen del «atasco» que se estaba produciendo en las consultas externas. El del mes de marzo es el penúltimo balance de la legislatura en lo que se refiere a actividad sanitaria. El Gobierno autonómico se había marcado como objetivo volver a la situación previa a la pandemia antes de acabar su mandato.

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