La edad media de los contagiados por covid desciende de 63 a 46 años en la tercera ola

Conforme se suceden las olas pandémicas, la edad media de los contagios va bajando. No está siendo un cambio brusco, pero en más de un año de crisis sanitaria, ya se observa cómo se va alejando de los 61 años de media que se registró en abril de 2020. En la tercera ola ya está en los 46, y sigue descendiendo. Estos son los datos de Asturias aunque este fenómeno no es exclusivo de la región. Ya hace nueve meses, a las puertas de las vacaciones de verano, el director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, señalaba un descenso de los 61 años a los 54 en la media nacional, en tan solo unas semanas. El dato lo revestía de cierto mensaje tranquilizador: «Aunque detectamos positivos más jóvenes, son casos más leves que los que teníamos antes».

En cuanto a Asturias, los menores de 20 años representaban el 10,99% del total de casos al inicio de la segunda ola, a principios de octubre. Aunque de forma paulatina, este porcentaje ha experimentando un constante ascenso. A día de hoy ya se mueve en torno al 15% de los contagios. Se marca el corte en los 20 años porque, además de representar a los más jóvenes, es en este grupo en el que esta tendencia al alza se manifiesta más claramente. También sube, en cohortes de diez, entre los 21 y 80 años, pero aquí la curva tiene altibajos.

En ese otro lado estaría el colectivo de mayor edad, los que tienen más de 80 años. En ellos se observa una bajada. Tiene sentido puesto que el proceso de vacunación está en marcha en este grupo. Casi el 65% han recibido al menos una dosis y el 35% ya están inmunizados. Estos datos suben entre aquellos que residen en geriátricos. Por eso, cuando vemos la evolución de la edad media de los contagios, los mayores de 80 han pasado de suponer el 13,99% del total de cuantos se notificaban en octubre al 11,41% de la actualidad.

Hay varias fechas que ilustran todo lo anterior. La primera, el 11 de octubre, antes de la explosión de la segunda ola. Ese día se notificaron 161 casos, 12 entre menores de 20 años y 20 en mayores de 80, un 7,4 y 12,42% sobre el total respectivamente. El 31 de enero, en el pico de la tercera, el porcentaje de jóvenes supera a de los mayores. No solo eso, un par de días antes, la brecha es enorme: de 534 contagios, 115 tenían menos de 20 años; 38 más de 80. Esta distancia poco a poco se irá consolidando ese escenario inverso respecto a lo que sucedía el verano pasado. Por ejemplo, el 21 de marzo, de los 61 casos notificados por Salud ese día, 15 eran jóvenes y solo 3 mayores. Un 24,5 frente a un 4,9% del total de la incidencia de ese día.

Para evitar analizar repuntes en días concretos, la incidencia acumulada a 14 días (IA 14) da un retrato en el medio plazo y sirve a las autoridades sanitarias para observar posibles rebrotes. Además es uno de los condicionantes en el escenario de niveles de riesgo en Asturias que tienen en cuenta las autoridades sanitarias. Los datos de esta IA 14 se observan desde dos perspectivas: la global para todo el territorio y la específica en mayores de 65 años. Esta última, unida a la tendencia global de la región, da cuenta de ese rejuvenecimiento de la edad media de los contagios. Por ejemplo, en el pico de la segunda ola, la IA 14 en Asturias superaba los 624 casos. Fue uno de los datos más altos de toda la serie histórica. Pero es que, si vemos esa misma incidencia solo en mayores de 65 años, se dispara hasta los 747. Entre la juventud, este dato no llegaba a los 600. ¿Ha cambiado con el paso de los meses? El pasado jueves, 25 de marzo, superados los picos de la tercera ola, se registró una incidencia acumulada a catorde días en la región de 163 contagios; por encima de los 65 años de 125, y, por debajo, de 175. En menores de 20 años, de 213.

Detrás de todos estos números, otra de las razones que explican esta tendencia -además del proceso de vacunación en marcha- es la penetración de la variante británica en la región, presente en más del 95% de los casos. Una de sus características es la capacidad de transmisión, con un índice de reproducción que casi duplica al de la cepa china.

Esta radiografía no solo afecta a la notificación de casos. Tiene una traslación directa al perfil de ingresos en los hospitales. De momento, el cambio no es especialmente significativamente pero, conforme pasan las diferentes olas, va descendiendo. Los que más preocupan, los que lo hacen en las UCI han pasado de tener una edad media de 67 años a 64 años. No obstante, se registran más casos aislados de menores de 40 años que antes no se producían. En el caso de las mujeres, colectivo más castigado en número de contagios, no sucede esto. Entre ellas sí ha subido la media, de 67 a los 71 años.

Pero el virus con quien se sigue cebando es con los mayores. Las cifras asustan, y la edad media de quienes se contagian sigue siendo muy alta. Sin embargo, y aunque sigue siendo así, día a día se notifican más decesos entre aquellos que tienen menos de 65 años.

Solo hace falta detenerse en los datos acumulados de las últimas semanas. Los mayores de 65 años siguen siendo más, pero con una tendencia a la baja; los que están por debajo, son menos pero subiendo. Por ejemplo, en la última quincena los primeros aumentaron en un 1,16%; los segundos en un 3,25%.