Educación implanta un nuevo protocolo para frenar el ciberacoso
Tras detectar un caso, que puede ir desde la difusión de un vídeo al bloqueo en redes, los centros tienen cinco días para acudir a Inspección
«Las conductas que pueden constituir casos de ciberacoso son la creación o difusión -a través de cualquier medio electrónico- de mensajes, comentarios, imágenes o vídeos ofensivos o dañinos hacia terceros, para su divulgación en redes sociales, páginas web, chats... También las exclusiones o bloqueos en redes sociales o grupos para marginar a alguien, el hostigamiento reiterado, la usurpación de identidad o ganarse la confianza de una persona para después beneficiarse o utilizar información de forma malévola».
Esas son las principales claves del nuevo protocolo con el que la Consejería de Educación quiere poner freno al ciberacoso. Al igual que ocurría con el acoso escolar convencional, para constatar la existencia de ciberacoso la acción debe ser continuada en el tiempo, tener intencionalidad de provocar daño, existir una desigualdad de poder físico, psicológico y social entre el agresor y la víctima, y que el objetivo del acoso se personalice en una única víctima indefensa.
Presentación en los centros
El Servicio de Inspección Educativa comenzó este martes a exponer el nuevo protocolo de actuación, que será de obligado cumplimiento en todos los centros públicos y concertados. Hasta el próximo martes se informará a los centros públicos y el jueves siguiente se convocará a la concertada.
Como medidas de urgencia, la dirección del centro -asesorada por el equipo de seguimiento- deberá organizar la recogida de evidencias sobre los hechos denunciados y trasladar todos los indicios de acoso escolar a la Inspección Educativa en el plazo de cinco días lectivos. También pueden consultar a servicios externos, como la Agencia Española de Protección de Datos o las Unidades de Investigación Tecnológica o Delitos Telemáticos de la Policía o la Guardia Civil.
