Los empresarios urgen a invertir 7.900 millones en el Corredor del Noroeste «para sobrevivir»

El dinero se reclama para completar el Corredor Atlántico, esto es, un conjunto de líneas ferroviarias que la Comisión Europea tiene reconocido de mejora prioritaria y para el que ha fijado estándares técnicos específicos que deberían estar operativos en 2030. Hay retrasos que ponen en duda alcanzar ese objetivo.

En el Principado, además de abrir la variante de Pajares, los reglamentos de la UE en vigor ponen como meta mejorar el trazado entre Lena, Oviedo y Gijón dotándolo de condiciones de alta velocidad, equiparlo de sistema de gestión ERTMS, mejorar la conexión con los puertos y habilitar apartaderos o sitios de cruce. Este conjunto de mejoras permitiría que los trenes de viajeros fueran más rápidos, la línea sea apta para más tráfico ferroviario y admita convoyes de mercancías con más vagones y toneladas de carga.

A esa lista de necesidades reconocidas por la Comisión Europea, la Federación asturiana de empresarios (Fade) añade la inclusión de la ZALIA en el listado de terminales multimodales prioritarias (ahora no lo está) y dar la misma categoría a todas las autovías estatales (ahora solo lo está la del Cantábrico). También el Principado pelea por recuperar la autopista del mar.

Para cargarse de razones los presidentes de la Federación asturiana de empresasrios (Fade), la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) y la Federación leonesa de empresarios (Fele), esto es, María Calvo, Juan Manuel Vieites y Juan María Vallejo, presentaron un estudio mostrando las consecuencias de culminar el corredor. Solo en la fase de construcción calculan que se generarían entre 11.307 y 34.252 empleos. La mejora que aportaría a las empresas logísticas permitiría mantener o crear otros 9.400 puestos. A largo plazo, la actividad económica que suscitarían aportaría otros 23.900 empleos. A mejor conexión se espera un mayor volumen de turistas, calculando que cada 1% de gasto turístico que se gane implica 11.649 empleos adicionales.

«Estos tres territorios son el 12,8% de la población, pero suponen el 21% del transporte movilizado», cifró Javier García, técnico a cargo del informe. Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, recordó que en los tres territorios «se han perdido 245.000 empleos desde 2008. Tienen 4.300 empresas con necesidad y derecho a contar con las mismas oportunidades que el resto de sus colegas de España». Apostar por el corredor «es una exigencia de estos territorios» pero también una forma de hacer «la España en la que cree CEOE».

«Hemos tenido que unirnos para ser escuchados», dijo María Calvo, presidenta de la Fade. «Las infraestructuras, como gran parte de las inversiones que se hacen, funcionan como el oxígeno para el cuerpo humano: si no lo tienes, los órganos vitales se mueren. Pero, una vez tienes oxígeno y vida, la clave es qué haces con ella», dijo.

Desde ese punto de vista Asturias necesita el corredor «para sobrevivir», dijo. Los representantes patronales reconocieron que les había llevado tiempo unirse pero que seguirían en esta senda, con una próxima reunión técnica en dos meses. La presidenta de los empresarios asturianos matizó que las infraestructuras son condición necesaria pero no suficiente; el camino para mejorar la productividad de Asturias pasa por «lograr que las empresas ganen tamaño», algo que exige transportes, pero también «mano de obra cualificada, menos burocracia y eliminar las barreras fiscales que nos ponen en una situación difícil respecto a otros territorios.