Los especialistas alertan del aumento de enfermos psiquiátricos por tomar drogas

Las causas del aumento de las enfermedades psiquiátricas en población joven hay que buscarlas en el consumo de sustancias estupefacientes, que bien actúan de precursor en patologías previas o por sí solas pueden ser el desencadenante de trastornos de personalidad, depresiones o esquizofrenia. Así lo consideran los psiquiatras, que alertan de los problemas asistenciales derivados de ese abuso de las drogas, como es la falta de residencias especializadas en salud mental para atender a personas enfermas, algunas de las cuales acaban alojadas en residencias geriátricas privadas, como adelantó ayer EL COMERCIO.

«La patología dual, en la que consumo de drogas y enfermedades mentales van de la mano, es una de la principales preocupaciones, principalmente porque no hay a dónde llevar a los enfermos mentales con adicciones, no existen psiquiátricos y las listas de espera para las unidades de desintoxicación de los hospitales públicos tienen unos cinco meses de espera», explica Eduardo Carreño, médico especialista en conductas adictivas.

El grupo parlamentario de Izquierda Unida formulará una pregunta al Gobierno regional para que explique la situación en la que se encuentran los menores de 50 años con problemas mentales que residen en alojamientos gerontológicos. «Siempre se ha abogado por dispositivos de rehabilitación pública, porque el enfermo se encuentre en su entorno y sea supervisado por los centros de salud mental, rechazamos la institucionalización y el internamiento», explican fuentes del grupo parlamentario de IU.

El Principado financia 190 plazas de psicogeriatría especializadas en mayores en instalaciones de Gijón, Oviedo, Langreo y Jarrio. Estarían destinadas a personas mayores de 50 años con problemas mentales que se encuentran internadas en centros asistenciales para personas mayores. Y prepara el Plan de Salud Mental, que incluye 100 nuevas actuaciones en tratamientos, recursos humanos e instalaciones.

Pero no parece suficiente. Expertos como la médica psiquiatra Teresa Pérez-Espinosa aseguran que en Asturias «en los geriátricos se están cubriendo plazas de enfermos mentales con jóvenes». Es una de las voces que ha dado la voz de alarma sobre este problema, calificando de «dramático» que dentro de los geriátricos haya gente de 40 años, e incluso más jóvenes, con una enfermedad mental grave».

La Consejería de Servicios y Derechos Sociales niega , por su parte, la presencia de enfermos mentales en residencias de la tercera edad. El organismo que gestiona la red pública privada, Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA), mantiene en que las plazas psicogeriátricas suponen «atención especializada», con un gasto extra y distribuidas en cuatro áreas sanitarias «a las que tienen acceso mayores de 65 años o de 50 y con una incapacidad física o psíquica».

Sin embargo, en del sector geriátrico sí reconocen la existencia de casos en los que una persona joven, con grave patología mental, acaba residiendo en un centro privado para mayores. Sí apuntan que son pocos casos y que siempre se producen por «necesidad familiar».

Y es que, lamentan, hay pocos centros especializados en psiquiatría y, además, son «muy caros». Ante esta situación, «muchas familias recurren a la opción que tienen más cerca o que les da mejor servicio», aseguró a este periódico un profesional del sector. El nuevo Plan de Salud Mental pretende poner solución a estas carencias del actual sistema de atención en esta materia.