Exitosa prueba de seguridad en la variante de Pajares con margen para la mejora

Había más tensión en el ambiente de lo que pudiera parecer en la boca sur del principal túnel de la variante de Pajares, en Pola de Gordón, ayer por la mañana. Se iba a proceder con la penúltima prueba de seguridad que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) tenía prevista en la variante, con el primer simulacro de emergencia en un túnel de alta velocidad con un tren de mercancías que se haya desarrollado en España.

Se trataba de poner a prueba tanto la coordinación como las capacidades de todos los cuerpos de seguridad (Bomberos, Guardia Civil, Protección Civil y servicios sanitarios) que estarán implicados en el caso de que se produzca un accidente real. Y ayer demostraron estar más que bien coordinados y preparados para actuar con diligencia y efectividad, pero también anotaron, ellos mismos, posibles mejoras en su operativo, siempre dependiendo de las circunstancias concretas de cada incidencia.

El accidente recreado ayer a un kilómetro de la boca sur de la variante (en el interior del túnel 2) consistía en una avería técnica, con un conato de incendio, en un tren de mercancías convencionales (un bobinero auténtico de 18 vagones, cargado con bobinas de acero cuyo origen era Trasona y su destino, Sagunto, y que Adif, en coordinación con Captrain, aprovechó para llevar a cabo el simulacro con un tren real). Uno de los dos conductores del tren resultaría herido con quemaduras -simuladas- y los equipos de emergencia tendrían que rescatarle, así como apagar el conato de incendio.

Lo primero a testar era el tiempo de reacción, y momentos antes de iniciarse el simulacro el jefe de Bomberos de León, Pablo Bailón, explicaba que «un tiempo aceptable de respuesta son unos 30 minutos» para que los bomberos de los parques de León y Cistierna pudieran llegar a la boca sur del principal túnel, en Pola de Gordón. Desde que recibieron el aviso, los de León lo consiguieron en 38 minutos y los de Cistierna, en poco más de 40, y eso contando con una carretera en la que hoy por hoy se están realizando obras.

Pero, estando bien la capacidad de reacción de los bomberos, el propio Pablo Bailón indicaba, un poco en términos de apremio para los responsables del cuerpo, que «con el futuro parque en esta zona podremos estar aquí en entre dos y tres minutos». Está prevista su habilitación en la misma Pola de Gordón, lo que a futuro supondría una garantía de rapidez en la actuación, al menos en esta zona de la variante, en la que está la boca del principal túnel.

El accidente se situaba en el túnel en sentido a León, muy cerca de la boca sur. Los bomberos, una vez allí, tuvieron que esperar una dresina motorizada, un vehículo ferroviario ligero, también conocido como 'zorra de vía' o 'zorra de rieles', diseñado para transportar al personal y el material necesarios para la conservación de las instalaciones ferroviarias y que en el caso de las que Adif tiene en La Robla y en Campomanes, cuenta además con una grúa articulada. En los tiempos de coordinación entre la llegada de los bomberos y la de la dresina, así como de la carga en esta del equipamiento y los efectivos necesarios para adentrarse en el túnel, hay también una oportunidad clara de mejora de la eficiencia. Lo explicaba a EL COMERCIO Pablo Bailón una vez acabado el simulacro: «Depende de la cantidad de materiales necesarios y de efectivos, habría que ver si conviene más cargarlos en La Robla -la dresina es lenta- o coordinarse para llegar a la vez a la boca del túnel y cargar allí».

También anotó el responsable de Bomberos que en otros accidentes que puedan ocurrir a más distancia de la boca del túnel hay otros accesos disponibles, como las galerías de servicio que se utilizaron durante la obra.

Los túneles cuentan con galerías de conexión habilitadas cada 400 metros entre los dos tubos que componen cada uno de ellos. De esta forma, el operativo en un accidente sencillo como el de ayer consiste en llevar en la dresina a los bomberos y sanitarios y su equipo por el tubo no afectado hasta la galería de conexión más cercana al tren accidentado y acceder por allí al tubo en el que se haya producido el siniestro. Ayer, la carga fue rápida y una vez hecho esto, el acceso hasta la zona del accidente se efectuó en un tiempo récord, mientras en el exterior se habilitaba un centro de triaje avanzado en el que un herido real podría haber sido atendido de inmediato en caso necesario, o derivado, como se simuló, hasta un centro hospitalario. Mientras el herido era evacuado en la dresina, parte del equipo de bomberos permaneció en el interior del túnel procediendo a simular las operaciones de apagado del conato de incendio.

Los bomberos salieron después del túnel por su propio pie, sin que la dresina volviese a actuar, aunque podría haberlo hecho de ser necesario. El tren, que había llegado a la zona con aproximadamente una hora de retraso por un fallo de cálculo en las necesidades de propulsión en la variante (tiene un desnivel máximo de 2,2 milésimas, pero muy mantenido en el entorno de las 2, lo que obliga a mantener una alta potencia en casi todo el trayecto), siguió luego su trayecto hacia Sagunto, dando pie a una imagen histórica.

La intención de Adif es repetir estos simulacros al menos una vez al año, según indicó Miguel Ángel Fernández, subdirector de Emergencias de la compañía.