Asturias con problemas de suministro de antigripales y jarabes para la tos

Las incidencias en el suministro de medicamentos crecieron un 150% el año pasado. Una situación que ayer cuantificaba el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) y a la que no es ajena Asturias. Entre los tratamientos terapéuticos más afectados: los que se refieren al sistema nervioso y cardiovascular, además de los antibióticos, los antidiabéticos y ahora también los antigripales.

«Los problemas de abastecimiento ya empiezan a ser algo cotidiano, el pan de cada día y cada vez notamos que nos faltan más medicamentos», constata Alfredo Menéndez, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Asturias. ¿Los motivos? «Influyen varios factores», explica. Entre ellos, la deslocalización de las industrias farmacéuticas, la carencia de determinados principios activos o las estrategias de precios: «Somos el país donde las medicinas son más baratas, así que somos los últimos en recibir los suministros».

Pero también influye la escasez de las materias primas necesarias para fabricar los envases con los que se presentan y comercializan ciertos medicamentos. Farmacéuticos asturianos aseguran que, algunas multinacionales, están teniendo serias dificultades para aprovisionarse de cajas de cartón, sobres para soluciones efervescentes, blíster o «incluso dosificadores». Lo que viene a agravar los problemas de abastecimiento a los que se enfretan las farmacias y que, según Alfredo Menéndez, «no parece que vayan a solucionarse».

Las incidencias en el suministro, que no siempre se traducen en un desabastecimiento total, afectan a 403 presentaciones farmacéuticas. El CGCO asegura que cada semana se identifican más de setenta medicamentos con problemas de existencias y que esas incidencias tienen una duración media de entre cuatro y cinco semanas. Para paliar el problema, algunos colegios profesionales abogan incluso por que los farmacéuticos puedan elaborar formulaciones magistrales, como se ha hecho con la amoxicilina para niños. Plantean también la posibilidad de que se pueda sustituir la forma en la que se dispensan las medicinas, en caso de que el origen del problema sea el embalaje.

El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales, Jesús Aguilar, matizaba ayer que no hay que confundir la falta de suministro con el desabastecimiento, que implica que «un determinado medicamento no está disponible para nadie». En cualquier caso, «es una complicación y un rompedero de cabeza», incide Alfredo Menéndez en representación de la entidad colegial asturiana. No solo por los trastornos y las gestiones que acarrea a las farmacias, sino también por la intranquilidad que causa a los pacientes afectados.

En pleno período de virus respiratorios, hace tiempo que no hay antigripales como la Propalgina o jarabes para la tos como el Rominar. Pero existen otros medicamentos que pueden sustituirlos. El problema radica en aquellas medicinas a las que no es fácil encontrar alternativa terapéutica: «Pasa, por ejemplo, con el Depakine -que se utiliza para tratar la epilepsia- o el Kreon -que se receta en caso de alteraciones metabólicas-. También ha generado mucha intranquilidad el desabastecimiento puntual de amoxicilina, porque se trata de un medicamento muy importante. Y eso que aquí, en Asturias, no ha llegado a ser problemática» la escasez de este antibiótico.

Este asunto, lejos de solucionarse, tiene visos de ir a peor, según el CGCOF. De hecho, no solo aqueja a España. En Francia, el paracetamol se encuentra a duras penas en las farmacias, hasta el punto de que se han dado casos de ciudadanos que han viajado a Italia para adquirirlo.