PSOE e IU cierran su pacto de gobierno en Asturias confiando en activar así a su electorado

El acuerdo tiene dos partes. La primera sienta las bases programáticas del futuro Ejecutivo, abordando aspectos como la política social y productiva a desarrollar, pero deja todavía cuestiones abiertas. Finalmente y gracias al interés mutuo de tener hoy algo más amplio que comunicar a la ciudadanía las partes han acordado también cuál será la estructura del nuevo Ejecutivo.

El preacuerdo, al que formalmente se le han ido cerrando flecos a lo largo de la mañana «termina un trabajo de las últimas semanas en los que se ha avanzado de forma discreta», describió el coordinador de IU, Ovidio Zapico. «Creo que es el espaldarazo a la campaña electoral y demuestra que es posible llegar a entendimientos, que es posible llegar a un gobierno de unidad progresista y reformista», indicó. Zapico confía en que la noticia sea «un acicate a nuestra base social, va a salir más motivada el domingo para que Asturias y España tengan gobiernos que atiendan a la mayoría social», animó.

La semántica cuenta. El primero que empezó a definir el nuevo ejecutivo como el de «unidad progresista» fue el propio Barbón, recurriendo a una fórmula que busca así distinguirse del término «coalición» asociado en los últimos años al Ejecutivo central formado por el PSOE y Podemos. Zapico, en público, no tuvo reparos en asumir la misma terminología acuñada por el presidente, si bien añade que el suyo debe ser un gobierno «reformista», apellido con clara intención. Desde la coalición mantienen su crítica a que en la pasada legislatura el Ejecutivo socialista monocolor dejó aparcadas las reformas estructurales que requiere el Principado y que su entrada en el Consejo de Gobierno debe significar su reactivación.