Una nueva válvula cardíaca con forma de reloj de arena y hecha de tejido porcino que se implanta por primera vez en Asturias
El HUCA, uno de los tres hospitales de España seleccionados para el lanzamiento europeo de este dispositivo, intervino el martes a un joven con cardiopatía congénita grave que es el quinto paciente del país en beneficiarse de esta técnica
Un equipo liderado por Pablo Avanzas, director del Área de Gestión Clínica del Corazón del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), realizaba el pasado ... martes una intervención que permite tratar de forma mínimamente invasiva los efectos de una de las cardiopatías congénitas más frecuentes. Se convertía así en el tercer centro hospitalario del país que implanta una innovadora válvula transcatéter diseñada para pacientes pediátricos y adultos con regurgitación pulmonar grave en el tracto de salida del ventrículo derecho del corazón.
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El HUCA ha sido seleccionado para el lanzamiento europeo de dicha válvula junto a los hospitales madrileños Ramón y Cajal y Gregorio Marañón, y el paciente intervenido el martes en Asturias es el primero de la región y el quinto de España que se beneficia de este avance médico. Se trata de un joven que ya pasó por quirófano siendo niño y cuya válvula pulmonar había comenzado a fallar nuevamente,causándole disnea –falta de aire y fatiga– al caminar o subir cuestas. Tras la operación, «ya ha empezado a notar mejoría en su calidad de vida», apuntaba ayer el doctor Avanzas, en la presentación oficial de la nueva técnica.
Un «avance claro»
El dispositivo implantado, que tiene forma de reloj de arena y está fabricada con tejido porcino, representa «un avance claro» para la prevención de la muerte súbita en pacientes que sufren una disfunción en la válvula de la arteria pulmonar, que, al no cerrarse correctamente, provoca una sobrecarga de sangre en el corazón. Constituye, además, una alternativa de vanguardia a la cirugía convencional que se venía realizando a pecho abierto.
Para su colocación, este dispositivo va plegado dentro de un catéter que se introduce en la pierna del paciente a través de la vena femoral. Una vez posicionado en la válvula dañada, se libera y recupera su forma original, restableciendo así el flujo sanguíneo desde el ventrículo derecho hacia la arteria pulmonar. «Creo que en Asturias tenemos el caldo de cultivo idóneo para ser punteros en el tratamiento percutáneo de valvulopatías», aseguró Pablo Avanzas.
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En la intervención del martes estuvo acompañado por el anestesista David del Valle, el cariólogo intervencionista Alberto Alperi y el personal de enfermería: Francisco Javier García, Zahira Martínez y Pablo Álvarez, junto con las supervisoras Cristina Fernández y Ángela Herrero. Un equipo «muy cualificado» que ha recibido entrenamiento específico previo. El lunes, de hecho, participaban en las primeras intervenciones realizadas en Madrid. Y al día siguiente, implantaban esta nueva válvula al quinto paciente del país en el Hospital Universitario Central de Asturias.
En Asturias, se hacen «tres o cuatro intervenciones con válvula pulmonar percutánea» al año, porque las cardiopatías para las que está indicada esta técnica –el 99% de origen congénito– «son afortunadamente infrecuentes». En hospitales de otros países, desde Estados Unidos a Japón, ya se han implantado este tipo de válvulas en 2.500 pacientes.
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