Cofiño: «Intentaremos dar respuesta a los problemas más graves de este pequeño desastre en los próximos días o semanas»

El vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático del Principado, Juan Cofiño, ha señalado este sábado que en los próximos días o semanas se intentará dar respuesta a los desperfectos más graves que ha generado este «pequeño desastre» en Llanes, refiriéndose a las intensas lluvias registradas la pasada jornada.

Cofiño, que ha visitado esta mañana el concejo llanisco con miembros de la corporación, ha podido «hacer balance de los desperfectos, que afectan tanto a equipamientos públicos como a carreteras, tanto de la red autonómica como de la local, establecimientos y viviendas».

Así, ha apuntado que se intentará dar respuesta en los próximos días o semanas a los problemas más graves desde las administraciones, tanto Principado el Ayuntamiento.

Este viernes, el alcalde, Enrique Riestra, avanzaba que estudia pedir la declaración de Zona Catrastrófica por las incidencias ocasionadas en varios puntos del municipio por las inundaciones.

El mal tiempo generado por la depresión aislada en altura (DANA) situada sobre la región que se resiste a abandonar Asturias se cebó ayer con el concejo de Llanes, donde las fuertes lluvias dejaron más de 100 litros por metro cuadrado y un auténtico reguero de daños, por los que el Ayuntamiento de Llanes estudia solicitar la declaración de zona catastrófica. La alarma se desataba en torno a las seis de la mañana, cuando las precipitaciones se intensificaron, despertando a numerosos vecinos que se vieron obligados a saltar de sus camas al comprobar que el agua estaba entrando en sus viviendas y garajes. Fue el caso de Begoña Fernández, residente en Riego. «El sonido de la lluvia me despertó y me asomé al jardín, donde no había demasiada agua, pero de pronto oí un ruido muy fuerte, como de tormenta, y entró un torrente que lo arrastró todo; había tirado el muro», relataba ayer.

Peores aún fueron los daños en el hotel Bufón de Arenillas, aledaño a la casa de Begoña, donde el sótano quedó completamente anegado. «Empecé a oír como si lloviera dentro del ascensor y me levanté sobresaltada, fue entonces, al bajar, cuando me encontré con un panorama absolutamente desolador», rememoraba, emocionada, la propietaria del negocio, Montse García.

Y es que las pérdidas son cuantiosas. «Está todo para tirar: cámaras y lo que había en ellas, los almacenes, la maquinaria de la lavandería, camas supletorias, mobiliario extra, las calderas no funcionan... Es un auténtico desastre», acertaba a enumerar. «Y esto después de un año y medio sin ingresos es como la guinda, no sé expresar lo que siento», reconocía, temerosa de la llegada de nuevas lluvias.

Carreteras cortadas

Las inundaciones llegaron también a caminos y carreteras, obligando a cortar el tráfico en Cue, Socueva y Parres, si bien este se fue recuperando a lo largo de la jornada. Más grave fue el caso de la AS-343, una carretera sobre cuyo mal estado el equipo de gobierno y los propios vecinos llevan tiempo avisando. En ella se produjo un importante argayo con desprendimiento de la vía que impide el paso de vehículos.

También en la LLN-5, que da acceso a la localidad de Purón, se registraron varios argayos que el personal municipal retiró a lo largo de la mañana. De igual forma, dentro del núcleo rural hubo importantes desperfectos, como los sufridos en la carpintería de Jesús Lobeto. «El agua bajó en tromba, llegando casi al metro de altura y destrozando la maquinaria», lamentó, calculando que tardará al menos dos semanas en poder recuperar la actividad.

También en Llanes capital se lamentaron daños, sobre todo en garajes y en el Juzgado, que tuvo que suspender su actividad. Celorio, Poo, Balmori, San Roque del Acebal y Vidiago se vieron asimismo afectadas y en esta última tuvo que cerrar la escuela.