La inversión del Estado en Asturias el pasado año no llegó ni a la mitad de lo presupuestado
Solo se ejecutaron el 41% de las partidas iniciales, el peor resultado tras Cataluña. El Gobierno dice que las emergencias cambiaron su plan
R. MUÑIZ
GIJÓN.
Miércoles, 1 de junio 2022, 04:40
La aprobación del Presupuesto General del Estado para 2021 fue celebrada en Asturias; reservaba 365,6 millones para inversiones, lo que suponía 361 euros por ... habitante, la cuarta mayor proporción. Sin embargo una cosa es elevar al BOE las cuentas y otra distinta cumplirlas. La Intervención General del Estado acaba de cerrar su informe sobre las finanzas del último ejercicio y revela que al final el Estado solo ejecutó el 41% de las inversiones anunciadas para Asturias. Es la segunda realización más pobre del país, solo detrás del 36% materializado en Cataluña.
Según el documento 217 millones consignados para proyectos concretos en Asturias quedaron sin aprovechar en los mismos. Es decir, o se desviaron a otros territorios, o generaron ahorro al erario, o fueron empleados de otra forma. La inversión real por habitante, según el informe de la Intervención, se quedó en los 146 euros, lo que supone la octava más baja del país.
¿Qué ha ocurrido? Sobre todo que parte de las obras anunciadas se retrasaron por problemas técnicos, administrativos o geológicos. El Ministerio de Transportes por ejemplo disponía de un crédito inicial de 111,2 millones para invertir en Asturias, la mayoría en carreteras. Entre los proyectos estrella estaban las obras de duplicación de Lloreda-Veriña, con una reserva de 15,3 millones que no se utilizó a tal fin. En realidad los trabajos empezaron en 2017 y pararon a los pocos meses, al dar con conducciones no contempladas en el proyecto constructivo. El tiempo ha ido pasando desde entonces entre actualizaciones del diseño, negociaciones con la constructora, rescisión de contratos y debates técnicos. Otra de las reservas presupuestarias del curso pasado era de 16,5 millones para el tramo Cornellana-Salas, trabajos que se interrumpieron por el argayo de Casazorrina. También se contaba con 34,4 millones para mejoras viarias ligadas al Plan de Recuperación pero la redacción de los proyectos ha ido demorando las actuaciones.
El presupuesto prometía iniciar una revolución en Cercanías, con 101,4 millones consignados a favor de Adif y de Renfe. El problema es que las renovaciones integrales que preparaba la primera han requerido más tiempo de diseño y tramitación y solo empezarán a materializarse en obras en el segundo semestre de 2022. Las grandes renovaciones y compra de material que preveía Renfe también han caído en retrasos. Al final ambas empresas solo utilizaron 26,3 millones.
La variante de Pajares es otro de los frentes abiertos y todo análisis presupuestario está condicionado por un hecho. Los informes de Intervención territorializan la inversión, segregando el dinero gastado en la parte asturiana y el empleado en la leonesa. Según el documento había 63 millones para la vertiente asturiana de los que se usaron 12,2.
Problemas de otro orden ha pasado la SEPI. Contaba con 30,1 millones el curso pasado para, entre otros, financiar la hibridación en la térmica de La Pereda y la demolición de las baterías de cok. Los retrasos en ambas actuaciones dejan en 8,3 millones el dinero empleado.
Desde la Delegación del Gobierno reconocen los problemas que retrasaron Lloreda-Veriña y la A-63, pero introducen un matiz: «Hay actuaciones que no estaban contempladas, como el argayo de Casazorrina y el puente de La Barrosa, que hubo que atender de urgencia. Esas partidas de emergencia no constan en el informe de Intervención General y en cambio sí computa las actuaciones que no se pudieron ejecutar».
Sobre el papel de Transportes, recuerdan que entre 2019 y 2021 suma «737 millones de inversión», un esfuerzo «colosal». «Estamos ejecutando una media anual de 265 millones, un 32% más que el anterior Gobierno», abundan.
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