Investigan las amenazas que denunció la Corporación de Llanes antes del crimen del edil

La Guardia Civil investiga las presuntas amenazas e intimidaciones sufridas por los miembros del cuatripartito que gobierna el Ayuntamiento de Llanes las semanas anteriores a que se cometiese el asesinato de Javier Ardines, concejal de Medio Rural, Costas y Personal. Según ha podido saber este periódico, los miembros de la Corporación relataron a los investigadores que en los últimos meses habían sufrido pintadas y pancartas críticas e incluso amenazadoras debido a la oposición de parte del personal del Ayuntamiento a la convocatoria de las plazas públicas de empleo.

Los agentes de la Comandancia de Gijón y de la Unidad Central Operativa (UCO) tratan ahora de determinar si esas protestas laborales y el clima de máxima tensión que se vive en el Consistorio llanisco pueden estar detrás del ataque que acabó con la vida de Ardines la madrugada del 16 de agosto en Belmonte de Pría, a escasos metros de su domicilio. Para determinar este extremo han citado a declarar en el cuartel a una veintena de trabajadores interinos, muchos de los cuales llevan vinculados al Ayuntamiento más de dos décadas pese a no contar con plaza fija. Una de las convocatorias que mayor conflictividad ha generado es la que se refiere a las seis plazas de la Policía Local, un proceso que se encuentra paralizado en los tribunales por la impugnación de los afectados. Esos seis agentes interinos han prestado declaración en los últimos días y no se descarta que vuelvan a ser llamados en el transcurso de las investigaciones.

En una de las pancartas colocadas hace semanas en el concejo llanisco se podía leer: «Los interinos se quedan, alcalde, vete tú». Otra se refería a la convocatoria de la oposición pública de empleo en los siguientes términos: «ERE Ayuntamiento, asesinato laboral».

Es una de las vías de trabajo que sigue la Guardia Civi, que continúa intentando reconstruir cómo fue el ataque a Javier Ardines. Al edil de IU lo mataron de tres golpes en la cabeza propinados con un objeto contundente y romo que la autopsia no consigue determinar con exactitud. Se trabaja con la hipótesis de que fueron más de una persona quienes le prepararon una emboscada al concejal cuando a las seis de la madrugada salía de su casa en dirección al puerto de Llanes, donde le esperaba un marinero para salir a faenar.

Uno de los interrogantes que planean sobre la investigación es determinar por qué el cadáver apareció a unos sesenta metros de distancia del punto en el que fueron halladas las vallas y el vehículo de la víctima, que se encontraba con el motor en marcha. Unos vecinos, que residen junto a ese mismo camino, escucharon una discusión entre varias personas dos horas antes de que fuese localizado el cuerpo de Ardines. Los resultados de los restos biológicos del cadáver pueden ser determinantes a la hora de esclarecer el crimen.