La momificación de la mujer hallada en Luanco imposibilita su autopsia

El estado en el que se encontraba el cadáver de la mujer de 62 años localizado en su piso de Luanco imposibilita la práctica de la autopsia. Sin embargo, las investigaciones realizadas por la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón descartan la existencia de indicios criminales.

Covadonga de la Varga Nicieza fue localizada por los agentes después de que una prima suya residente en Tenerife interpusiese una denuncia por su desaparición. Aseguraba que no tenía noticias de ella desde hacía cuatro años. Los exámenes forenses no pueden ahora concretar la fecha del deceso, pero el estado en el que se encontraban los restos mortales apuntan a que podría llevar al menos dos años fallecida. El hecho de que el cadáver estuviese momificado y no se hubiese descompuesto, evitó que el olor hubiese podido alertar a los vecinos.

No la echaron en falta. La finada era una mujer «muy introvertida» que además contaba con otra residencia en Oviedo, por lo que los residentes en el edificio de la calle Hermanos González Blanco achacaron esa ausencia a que se encontraba fuera de Luanco.

Pero la situación era bien distinta. El cuerpo de la mujer yacía en el salón de la vivienda luanquina. Las investigaciones apuntan a que pudo sufrir una grave indisposición mientras se encontraba en el sofá y que habría caído al suelo.

Había sobrevivido a sus familiares directos: a sus padres y a sus dos hermanos. Se ocupaba de unos de ellos, que tenía una minusvalía y falleció a principios de 2019. Covadonga no trabajaba, por lo que tampoco su entorno laboral la echó de menos. «Nunca se la veía tampoco con ninguna amiga, siempre estaba con los padres o con el hermano, cuando murieron la dejamos de ver, pero no creíamos que había tenido un final tan triste..:», lamenta una vecina.

Tras el hallazgo del cadáver, fue trasladado al Instituto de Medicina Legal. Los médicos forenses recogieron muestras para poder contrastar el ADN de la víctima con la de sus familiares. Al parecer, dos tíos suyos se han hecho cargo de los trámites de la defunción, una vez que supieron de la muerte de su sobrina, con quien no tenían relación desde hacía años.