El noroeste vuelve a exhibir su unión para exigir la conexión «a las grandes líneas férreas de Europa»

El noroeste vuelve a citarse consigo mismo. Los gobiernos autonómicos de Galicia, Castilla y León y Asturias celebran hoy una cumbre para apartar diferencias y marcar al Gobierno nacional y la Unión Europea una hoja de ruta sobre las prioridades en el Corredor Atlántico. La política de la UE en infraestructuras se basa en identificar nueve corredores prioritarios y concentrar en ellos sus subvenciones, al objeto de que en 2030 todos cumplan unos parámetros de calidad comunes. En 2021 el Corredor Atlántico ferroviario fue ampliado al noroeste con dos tramos: Gijón-León-Valladolid y La Coruña-Vigo-Orense-León. La medida abre la puerta a unas obras y ayudas que siguen sin llegar.

Hasta ahora la inconstancia es la nota predominante. Los gobiernos regionales organizaron cumbres con el mismo fin en 2011 (en Valladolid), 2017 (Santiago de Compostela) y 2019 (de nuevo Santiago). Estuvieron espoleados por las patronales respectivas, que también movilizaron sus propios actos reivindicativos en 2018, 2019 y han vuelto a hacerlo el pasado noviembre. Las grandes palabras que se decían se compadecían mal con que luego la cuestión cayera en el olvido.

El encuentro de hoy se enfrenta al reto de romper esa inercia. A favor cuenta con que será el evento más multitudinario en favor del Corredor Atlántico. La Xunta, que como anfitrión asumió el peso de la organización, aspira a reunir a un millar de personas en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Galicia. Para llegar a ese objetivo el Principado puso de su parte, remitiendo el viernes pasado 400 invitaciones. Todo apunta a que se superarán los 300 empresarios que las patronales de Galicia, León y Asturias lograron reunir en la Feria Internacional de Muestras, en septiembre de 2018, hasta el momento la mayor exhibición de unidad lograda. Lo de hoy se acerca así en número de asistentes a los eventos anuales del Corredor Mediterráneo, que ya pasan de las 1.400 convocados.

En contra de la utilidad de la iniciativa juegan dos omisiones. No participará ningún alto cargo del Ministerio de Transportes, el titular de la red ferroviaria y portuaria de interés general. El orden de intervenciones se cerró el lunes, sin espacio para la ministra o la secretaria de Estado, y solo el martes la Xunta envió por correo electrónico una invitación al ministerio para que acudiera de oyente, conminándole a confirmar la asistencia «antes del miércoles».

El otro aliado que se ha quedado por el camino es la Federación leonesa de empresarios (Fele), que ha exhibido su irritación, al haber sido hasta ahora uno de los actores claves en la cuestión. Desde la Xunta precisan que «todos los invitados han sido consensuados por las tres comunidades».

Con esos puntos a favor y en contra hoy los presidentes de la Xunta (Alfonso Rueda), Castilla y León (Alfonso Fernández Mañueco) y Asturias (Adrián Barbón) presentarán una hoja de ruta común. En juego lo que está es «estar o no conectado a las grandes autopistas internacionales que cohesionan Europa, a los ciudadanos europeos y a nuestras empresas», sostienen fuentes del gobierno regional. «Hablar del eje Atlántico es mucho más que hablar de su infraestructura, es hacerlo de las oportunidades que ésta significa para el territorio», indican. «La mejora de la eficiencia del transporte repercute en la competitividad que se induce en las propias economías del área de influencia de los corredores. Es sin duda una oportunidad para el desarrollo del sector logístico y la internacionalización de nuestras empresa».

Desde el punto de vista asturiano las urgencias están claras. En las políticas del Corredor Atlántico se quiere pescar apoyo para reactivar la autopista del mar, el vial de Jove, la conexión del ferrocarril con la ZALIA y la estación intermodal en el mismo polígono.

También urge la adaptación del tramo Gijón-León a los convoyes de mercancías largos (de 740 metros como mínimo) y la implantación del sistema de gestión de tráfico ERTMS, el más moderno y seguro. Estas dos últimas mejoras son obligaciones marcadas por la UE a todos los tramos del corredor. El Principado quiere también que se amplíen los túneles del trazado para que opere el tramo como autopista ferroviaria.

Las tres comunidades urgen también que el ministerio nombre un comisionado para el corredor que haga un plan director.

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