Barbón: «Para nosotros no cortar la vía de Lena a Oviedo es sagrado. Negociaremos»

El teléfono rojo vuelve a funcionar entre el Principado y el Ministerio de Transportes. Ambas administraciones buscarán la fórmula para evitar que durante cuatro años se corte los fines de semana el tramo ferroviario Lena-Oviedo para ejecutar sus obras de reforma, esquema que estaba planificando la empresa pública Adif, tal y como destapó EL COMERCIO el pasado viernes.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha dado la última hora del asunto durante una visita al suroccidente. «Ayer ya fue tajante nuestro consejero, clarísimo y rotundo», recordó, en referencia a Alejandro Calvo, quien manifestó el malestar del Ejecutivo regional con el corte planificado. «Nuestra oposición es total y absoluta», avaló Barbón. Las obras, recordó, «son necesarias y suponen una inversión de 100 millones que llevamos muchos años reivindicando pero en modo alguno se pueden hacer cortando la vía los fines de semana», manifestó.

«Nos hemos opuesto de forma rotunda y así se lo hemos trasladado al Ministerio de Transportes y al Adif», indicó. Esas quejas se verbalizaron el lunes por teléfono, después de enterarse el Ejecutivo regional de las intenciones de la empresa pública a través de EL COMERCIO. «Les puedo garantizar que en ambos casos lo entienden perfectamente y asumen que la posición del Gobierno de Asturias es la correcta», expresó el presidente. «Por tanto buscaremos la manera de compatibilizar las obras, la fórmula para que los trenes no se queden en Lena, especialmente los fines de semana, que es el momento turístico en el que queremos crecer», señaló.

La disputa permitió al presidente recordar que su Ejecutivo marca distancias con el Gobierno central en determinadas materias. «Que no quede ninguna duda, ante cualquier cuestión que pueda perjudicar a Asturias, el Gobierno de Asturias siempre estará con Asturias», señaló.

A preguntas de los periodistas, el presidente aseguró que el ministerio y Adif «desde luego están dispuestos a negociar la fórmula para que la obra se haga de una forma menos gravosa». Las discusiones tienen dos puntos de partida. «Para nosotros es sagrado no cerrar el tramo», indicó el presidente. «Es clave que abra la variante y después no puede ser que el tren finalice en Lena y haya que coger el autobús», dijo. El otro condicionante para por «no empezar las obras» sin acordar el nuevo sistema. «Esto no tiene por qué retrasar la actuación, hay que buscar la forma de encajarlo pero desde luego, los fines de semana no se va a cerrar».

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