«En los años 50 nadie creía que hubiese oro y ahora vienen niños a batear con nosotros»

El XVII Certamen de Búsqueda de Oro Enrique Sanfiz se celebró ayer a orillas del río de Navelgas, la capital del oro, que volverá a ser, por tercera vez, sede del Mundial de Bateo Deportivo en 2025. «Este pequeño certamen comenzó para homenajear a los buscadores de oro legendarios, como mi padre, Enrique Sanfiz, y sus amigos Eustaquio, Ismael y Javi 'El Riojano'», explica Carlos Sanfiz, hijo del conocido bateador que reinstauró la fiebre del oro en Navelgas.

Después de diecisiete años encargándose de organizar este certamen, y una vida entera buscando oro en el Navelgas, río aurífero ubicado en el Valle de los Cuartos de Tineo, Carlos está orgulloso del camino colectivo realizado hasta ahora. «La mina de oro de Navelgas cerró en 1953, ya no era rentable sacar oro, pero mi padre y sus amigos continuaron por su cuenta. Al principio nadie creía que hubiese oro en el río, pero cuando volvían con uno o dos gramos, la gente del pueblo quedaba alucinada. Ahora vienen niños a batear con nosotros», señaló, seguro de que el bateo de oro se ha consolidado entre la comunidad vecinal y tiene asegurado el relevo generacional.

Más de un centenar de personas, muchas llegadas de Oviedo y Gijón, se apuntaron al certamen. Con los pies sumergidos en el agua del río y los pantalones remangados hasta las rodillas, escuchaban atentamente las instrucciones de Carlos. «Tenéis que cavar un hoyo en el fondo, cuanto más grande sea, más posibilidades de encontrar oro tenéis, pero más tierra tendréis que batear», explicaba el veterano buscador de oro, que aprendió la técnica de niño, con su padre.

La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, acudió también al certamen, lo que demuestra el reconocimiento e interés de las administraciones públicas por esta actividad, que finalizó con una comida en el área recreativa del campo de fútbol.

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