Los ganaderos de Tineo claman contra la última ola de ataques del lobo: once vacas muertas este mes

La última muerte fue la noche del pasado viernes. «El lobo saltó el alambre de espino y se lanzó a la cabeza de una de mis novillas», narra Elvira Lorences, propietaria de una de las siete ganaderías de este valle afectadas por los ataques. Cinco días después, la ganadera no puede dejar de imaginarse la muerte de su animal, que insiste en describir: «Es horrible la muerte que tienen estos animales. Los lobos comienzan a comérselos aún estando vivos, luego se marchan, y lo dejan desangrándose», dice sin aliento Lorences, que sufrió de un estrés postraumático en 2017, cuando el cánido volvió a colarse en el prao donde pacían de madrugada sus novillas y se llevó por delante una de ellas.

El sábado, un guarda de la Consejería de Medio Rural tasó el ejemplar de Lorences en 1.080 euros, una cifra que la ganadera juzga insuficiente. «Era una novilla de buena genética, su madre había sido inseminada con semen de un buen toro», lamenta Lorences, quien además, se queja que el dinero «no lo recibiré hasta dentro de un año por lo menos y, además, tendré que declararlo como beneficio ante Hacienda». «Pues menudo beneficio, esa novilla la crié a capricho y no la hubiera vendido ni por 1.500 euros», sentencia.

El presidente de Asturias Ganadera, Xuan Valladares, insiste en que las cifras que registra el rural asturiano por daños causados por la fauna salvaje «es de cincuenta al día como mínimo», cifra que, esta ocasión, por ahora ni desmiente ni confirma la consejería de Medio Rural y Política Agraria. «Lo que tenemos claro es que hay que modificar la ley de Caza y contemplar un mecanismo que garantice las indemnizaciones en tiempo y forma - reivindica Valladares- no nos valen sus planes estratégicos ni reglamentos secundarios, que no tienen ninguna consecuencia legal si no se cumplen: el protocolo tiene que estar contemplado a rango de ley para que sea garantistas». En ese sentido, Valladares se atreve a decir que «tan solo se está pagando un 20% de los daños reales» causados por las especies cinegéticas en Asturias.

En ese sentido, Lorences señala que estos días han fallecido «cinco xatos más» en La Pereda. La ganadera asegura que, aunque los teneros pudieron escapar de las garras del lobo, el estrés de las carreras en la huida, les provocaron una enfermedad en los pulmones que causaron su prematura muerte. Daños que la actual ley de Caza no contempla.