Rescatan a un hombre en una playa de Cudillero que se quedó atrapado por la marea

Susto en la playa de San Pedro de Cudillero. Dos agentes de Guardia Civil y un miembro de la Gendarmería francesa han rescatado este martes a un bañista de 62 años que se quedó atrapado por la pleamar. El socorrista del arenal dio aviso a la Benemérita y al lugar acudió inmediatamente la patrulla que se encontraba realizando tareas de seguridad ciudadana por la localidad de Soto de Luiña.

En el aviso se indicaba que una persona demandaba auxilio desde la zona oriental de la playa, ya que el estado de la mar y la pleamar le impedía alcanzar la costa. Ya en la zona, los agentes observaron que el hombre se encontraba agotada, sin capacidad para salir a una zona segura. Tras descender más de 200 metros por una zona de rocas, escarpada y con pendiente pudieron llegar hasta la línea de agua donde se hallaba cogido a las rocas el hombre, que es natural de la zona, pero reside en Madrid.

Ante la imposibilidad de salir por sus propios medios, los componentes de la patrulla mixta lo sacaron del mar. Una vez en las rocas, dado el agotamiento que mostraba el bañista y las dificultades del terreno, se coordinó con el servicio de salvamento de la playa la evacuación por vía acuática con los medios propios de dicho servicio. El rescatado declinó recibir asistencia médica al no sufrir ninguna lesión.

La presencia de miembros de la Gendarmería viene determinada como en años anteriores por la implantación del denominado «Plan Turismo Seguro» que tiene como fin mejorar la seguridad en el ámbito de este sector. Así como de un convenio de cooperación transfronteriza en materia de lucha contra la delincuencia denominado Tratado de Prüm. Dada la especial vinculación de Asturias con el Camino de Santiago, la gran afluencia de peregrinos de diversas nacionalidades, se busca con la integración de miembros de la Gendarmería en Unidades de la Guardia Civil fomentar el clima de seguridad.

Esto se consigue entre otras formas cuando los visitantes extranjeros y en especial a los peregrinos son atendidos, ante cualquier hecho no solo por la Guardia Civil, sino por un policía de su país de origen.

La finalidad no es otra que una atención policial de mayor calidad a la población extranjera que se encuentre realizando entre otras actividades el Camino de Santiago en España.

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