Más de sesenta socorristas de Cudillero a Castropol

Comienza la temporada de baños en el litoral occidental en el verano más atípico que se recuerda. Tapia de Casariego y Cudillero estrenaron ayer su servicio de salvamento con dieciséis profesionales, ocho en cada municipio, que darán cobertura hasta el ocho de septiembre. En el caso tapiego, los arenales de Los Campos y Serantes contarán con vigilancia diaria, mientras que en La Paloma se circunscribirá a los fines de semana. El Ayuntamiento, que gestiona el servicio junto a la Federación Asturiana de Concejos (FACC), destinó el año pasado 50.000 euros para garantizar la seguridad de los bañistas y 16.000 euros, una partida que comparte con la vecina Castropol, a la limpieza. Por su parte, Cudillero dispondrá de socorristas todos los días en La Concha de Artedo y San Pedro de la Ribera.

Los otros cinco concejos de la comarca se irán sumando de manera progresiva en los próximos días, según recoge el Plan Sapla del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa). Mañana será el turno de las playas de Navia (Frejulfe y Navia), que contarán con nueve efectivos y dos patrones de embarcación, y de Castropol (Arnao y Peñarronda), con nueve socorristas que ayer ultimaban las pruebas de selección. Terminarán el servicio el 11 y el 13 de septiembre, respectivamente.

Para el salvamento en Valdés, El Franco y Coaña habrá que esperar un poco más, hasta el 1 de julio, fecha de inicio de las vacaciones por excelencia. En El Franco, contarán con los servicios de siete socorristas en los arenales Porcía, Pormenande y Castello hasta el 31 de agosto. Igual que en Coaña, donde estarán operativos tres efectivos en las playas de Arnelles, Foxos y Torbas; en esta última solo sábados y domingos. Finalmente, un total de quince socorristas y dos patrones de embarcación se desplegarán en Valdés entre la villa de Luarca, Cadavedo, Cueva y Otur hasta el 8 de septiembre. El Consistorio destinará 150.000 euros a salvamento y 37.693 a limpieza.

En todos los concejos serán los miembros de la Policía Local y la Guardia Civil los que se aseguren del cumplimiento de la normativa e impondrán las sanciones oportunas. Sin embargo, los regidores hacen un llamamiento unánime a la responsabilidad individual de la ciudadanía y a seguir al pie de la letras las indicaciones para no caer en comportamientos que comprometan la salud del resto de usuarios. «La prudencia será la medida más afectiva; guardar la distancia de dos metros y poner sentido común», señala el regidor de Valdés, Óscar Pérez.

El Plan Sapla establece minimizar el contacto del personal con los afectados, evitando el boca a boca, según la intervención y la gravedad del caso. Además, incorpora el uso de equipos de protección, la rigurosa desinfección de materiales o el fomento del 'autocuidado'.