La cetárea de Ribadesella será convertida en una piscina pública
La actuación está presupuestada en 300.000 euros, de los cuales 200.000 se esperan obtener de fondos europeos
JUAN GARCÍA
Martes, 5 de agosto 2014, 00:28
El Ayuntamiento de Ribadesella quiere recuperar para el baño y el uso público la antigua cetárea de la villa, la que está ubicada al final del Paseo de la Grúa, bajo la Ermita de Guía. El proyecto está redactado y la financiación asegurada. Ahora solo hace falta que la Dirección General de Costas, dependiente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, apruebe y firme la concesión correspondiente para que el Consistorio local pueda ocupar el espacio de dominio público marítimo-terrestre afectado. Este expediente se encuentra desde hoy sometido a información pública. Los interesados disponen de veinte días hábiles para formular alegaciones, aunque la alcaldesa, Charo Fernández, espera entrevistarse en el mes de septiembre con el director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar «para acelerar este proceso de concesión». La orden final debe firmarla la ministra Isabel García Tejerina, asidua veraneante de la villa de Ribadesella.
La adecuación de la antigua cetárea de Ribadesella como zona de baño es un viejo proyecto promovido hace mas de una década por el alcalde José Miranda (PP). Aquella propuesta no contó con el apoyo económico necesario para salir adelante, pero ese no será el problema en este nuevo intento. Según confirmó la regidora, la actuación contará con el respaldo económico del Eje 4 del Fondo Europeo de Pesca para la zona Oriente de Asturias. El proyecto está presupuestado en algo más de 300.000 euros y Charo Fernández espera conseguir alrededor de 200.000 del Grupo de Acción Costera gestionado a través del Consorcio para el Desarrollo Rural del Oriente de Asturias. «El resto del dinero sería aportado por el Ayuntamiento de Ribadesella a través del remanente positivo de tesorería», añadió la alcaldesa. Para que todo se desarrolle con normalidad, la ejecución del proyecto debería iniciarse antes de que finalice el año, «para así poder justificar parte de la inversión en esta anualidad».
El proyecto fue redactado por el arquitecto gijonés Jovino Martínez Sierra, el mismo que diseñó la transformación en solarium y piscina de la antigua cetárea de Tapia de Casariego, un proyecto enraizado en el entorno. «Lo que plantea para nuestra cetárea es muy respetuoso con el medio y no origina ningún impacto», dijo la alcaldesa. La actuación pasa por la extensión de una losa de hormigón ecológico con una ligera pendiente hasta alcanzar un máximo de metro y medio de profundidad. Cuenta además con una esclusa por la que entra y sale el agua del mar. El acceso sería muy similar al de Tapia. Es decir, «con una continua rampa de madera de sencillo diseño y muy integrada en el contexto natural», añadió Fernández Román. Se trata además de un proyecto que cuenta con el visto bueno de la Demarcación de Costas. «Llevamos meses trabajando en este asunto y siempre de forma conjunta con los técnicos e ingenieros de Costas», destacó la alcaldesa. Su ejecución también deberá contar con el beneplácito de la Jefatura de Puertos del Principado de Asturias ya que «también tocará una pequeña parte de suelo de su titularidad». El Ayuntamiento de Ribadesella también intentó dotar al sistema con un climatizador de agua, pero al final se renunció a su instalación porque resultaba demasiado caro para uno o dos grados más de ganancia.