Fallece María Eugenia Naves, esposa de Antonio Trevín
Maestra de profesión, falleció ayer en Oviedo y hoy se celebra su funeral, a las 17 horas, en la iglesia parroquial de Celorio
GUILLERMO FERNÁNDEZ
Sábado, 9 de agosto 2014, 00:36
Como una «irreparable y tremenda pérdida» se acogió ayer en el concejo de Llanes el fallecimiento en Oviedo, a los 57 años, de María Eugenia Naves Gómez 'Maru la Maestra' o 'Maru la mujer de Trevín', como se la conocía en el territorio llanisco por haber sido la esposa de Antonio Trevín Lombán, el que fuera durante once años, en dos periodos distintos, alcalde del concejo, además de director provincial de Educación; diputado en la Junta General; presidente del Principado; delegado del Gobierno en Asturias, y diputado en el Congreso. Se sabía que Maru había sido tocada por una enfermedad de consecuencias irreversibles y aunque el fatal desenlace era previsible, resultó «muy duro de asimilar», según comentó la alcaldesa de Llanes, Dolores Álvarez Campillo, muy afectada por la noticia recibida a primeras horas de la mañana.
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Los llaniscos, en la calle, recordaban ayer a María Eugenia Naves como una persona «encantadora, abierta y atentísima». La definían como una mujer de «fuerte personalidad y cercana, a quien le gustaba permanecer en segundo plano y que nunca quiso aceptar cargos ni responsabilidades políticas. El complemento ideal para un buen político como Antonio Trevín». Y aquellos que la conocieron a fondo aseguraban que su principal virtud fue la de «preocuparse por la gente que lo estuviera pasando mal o que necesitara algo y no precisamente de favores o atenciones que tuvieran relación con la política». Los que fueron sus compañeros en el ejercicio del magisterio avalaban que fue «una excelente maestra, muy trabajadora, gran compañera, una docente que llevaba muy bien a los chavales», en palabras de José Germán Menéndez, que coincidió con ella en la escuela de Celorio. Y aquellos que la conocieron en labores sindicales, como Ángel Gutiérrez Avín, maestro jubilado, la describieron como «luchadora, con las ideas muy claras y defensora de los derechos y el trabajo de los maestros».
El funeral de María Eugenia Naves tendrá lugar hoy en Celorio, a las 17 horas. Su incineración y posterior inhumación se celebrará en la intimidad familiar. El próximo lunes, a las 16 horas, se celebrará una misa por su eterno descanso en la iglesia parroquial del Corazón de María, de Oviedo. La capilla ardiente quedó instalada en el tanatorio Ciudad de Oviedo y hasta allí se acercó Javier Fernández, presidente del Principado; varios consejeros y numerosos políticos y simpatizantes del Partido Socialista y de otras formaciones.
Dolores Álvarez Campillo señaló ayer que María Eugenia Naves «le tenía un cariño especial a Llanes y le costó mucho trabajo tener que volver a residir en Oviedo». Y destacó que fue «una persona muy querida por todos, especialmente por los que fueron sus alumnos en Los Callejos y Celorio, aquellos que hoy son padres de familia».
Hermesindo Rodríguez, el que fuera secretario de la agrupación socialista de Llanes, comentó que había sido «una excelente persona, compañera excepcional, trabajadora incansable, muy valiosa y un apoyo fundamental para Trevín».
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