La alcaldesa de Ribadesella denuncia amenazas de muerte: «No se nos puede tratar a los cargos públicos como si fuéramos basura»
El juzgado de Cangas de Onís archiva la denuncia amparándose en la «libertad de expresión»
«No puede ser que se nos trate a los cargos públicos como si fuéramos basura. No se puede consentir que el día a día del trabajo se vea interferido por insultos, amenazas y chantajes». Arropada por sus compañeros de gobierno, la alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández, rompía este mediodía su silencio para denunciar públicamente cómo ella y algunos trabajadores municipales llevan «casi dos años soportando insultos, descalificaciones y amenazas» por parte del propietario de un chiringuito ubicado en la localidad de Cueves. Un establecimiento, agregó, que carece de licencias y que el Ayuntamiento lleva intentando desmantelar desde marzo del pasado año, llegando a precintarlo en dos ocasiones.
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La regidora explicó que tras consultar con los servicios jurídicos del Ayuntamiento riosellano decidió no interponer denuncia alguna por los «continuos insultos» que estuvo recibiendo por parte de esta persona durante varios meses. Sin embargo, todo cambió cuando, el pasado 26 de agosto, el propietario del chiringuito publicó un mensaje en su perfil de una conocida red social que la alcaldesa interpretó como «una amenaza de muerte», por lo que en esta ocasión sí decidió actuar. Así, dos días después presentaba una denuncia por un posible «delito de amenazas» ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas de Onís. En su escrito, Charo Fernández señaló cómo el Ayuntamiento tiene abiertos dos expedientes de disciplina urbanística contra la pareja del hombre a quien atribuye las amenazas y los insultos, con motivo del chiringuito «ilegal» de Cueves.
Publicaciones «injuriosas»
Señaló también que esta persona «realiza habitualmente publicaciones que pueden calificarse como injuriosas, calumniantes y amenazantes para las autoridades y funcionarios municipales». El pasado agosto, agregó, la cosa fue más allá, cuando el hombre hizo varios comentarios relacionados con el asesinato del concejal de IU en el vecino concejo de Llanes Javier Ardines, que la regidora considera estaban dirigidos a su persona. «Este individuo escribió, entre otras cosas, 'cuando las barbas de tu vecino veas cortar poner las unas a remojar' y 'ahora podéis seguir con miedo'», explicó a alcaldesa. Lamentó que, sin embargo, que «la libertad de expresión de cualquiera está por encima de mi derecho al honor», pues a principios de esta misma semana recibió la resolución judicial en la que el titular del juzgado decretaba el archivo de su denuncia amparándose precisamente en la libertad de expresión, al considerar que los comentarios del demandado «no se pueden enmarcar en ilícito penal alguno».
Una resolución que la regidora ya ha recurrido, «aunque sin mucha esperanza», y que contrasta con otra denuncia interpuesta contra el mismo hombre por el jefe de la Policía Local riosellana y que sí ha sido admitida a trámite. «En algún momento alguien tendrá que parar todo esto, pues no se puede estar continuamente insultando y llegando a amenazar de muerte y que no pase nada», criticó, e indicó que el de esta persona no es el único caso. «Recibimos llamadas de gente que nos exige licencias que son ilegales y nos amenaza con denunciarnos si no se las damos, por ejemplo», aseveró. Se refirió también a las amenazas denunciadas por las alcaldesas de Riosa y Ponga y confió en que «este caso sirva de toque de atención para todo lo que se está viviendo, pues no es normal que todo esto sea gratis. No es normal que tengamos que ligar el servicio público a tener que aguantar estas cosas, no puede ser. Cuando se pierde el respeto a la ley, al prójimo e incluso a la vida, no sé adónde vamos a llegar», apostilló y recalcó que lo ocurrido «no hace más que reafirmarme en mi obligación de defender la legalidad y que esta alcaldesa no cede ni ante chantajes ni ante amenazas».
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