Castañas y sidra del duernu para techar La Benéfica

Aún antes de entrar plenamente en funcionamiento, La Benéfica ya está cumpliendo su objetivo de crear comunidad. El espacio adquirido en Infiesto por Rodrigo Cuevas, Sergi Martí y Nacho Somovilla pretende ser «un lugar de encuentro y cultura», algo de lo que ayer ya se pudo ver un adelanto, Y es que decenas de personas del concejo piloñés y alrededores acudieron al amagüestu organizado por la asociación que gestiona el viejo inmueble con el fin de recaudar fondos para sustituir el tejado y construir unos baños. «Hace unos días pusimos en marcha un crowdfunding con este mismo fin que de momento va bastante bien, pero hay mucha gente que no sabe o no quiere utilizar las redes sociales, así que decidimos llevar a cabo también recaudaciones presenciales porque lo analógico nos presta y así también armamos un poco de xaréu», explicaba Cuevas, mientras se afanaba en descorchar botellas de sidra. Porque si bien las protagonistas fueron las castañas y la sidra del duernu, la tradicional tampoco faltó para animar a los presentes.

Los primeros en acudir al olor que desprendían los tambores repletos de frutos asándose lentamente al calor de las llamas fueron los usuarios de la cercana residencia de mayores, quienes no dudaron en arrancarse a cantar acompañados por Rodrigo Cuevas y su acordeón. Poco a poco fueron apareciendo más personas hasta el punto de que el recinto preparado por los socios de La Benéfica se quedó pequeño y muchos comenzaron a repartirse también por la plaza.

«No esperábamos a tanta gente, pero es una alegría ver cómo todo el mundo se está volcando con el proyecto», reconocía el cantante. Y celebraba la buena sintonía reinante entre todos los presentes, entre quienes había niños muy pequeños, jóvenes, adultos y mayores. «Ese es el espíritu de La Benéfica, es marca de la casa», recalcó, explicando que «la intención es crear un espacio para estar todos juntos, algo muy necesario en esta sociedad tan estratificada y demostrar que hay más cosas que nos unen que las que nos separan». Algo con lo que se mostraba de acuerdo el piloñés Cristian Pastrana, para quien el de La Benéfica «es un proyecto guapo y muy bueno para el concejo». «Desde el plano cultural, es un empuje y da gusto ver cómo se está consiguiendo involucrar a gente de todas las edades, que también los más mayores lo sientan como algo suyo».

«Es genial ver a toda la gente junta y nos parece una pasada crear un espacio cultural así en la zona rural, se debería expandir y llegar a más concejos», valoraban Lucía Aller, María Heredia, Covadonga Perucha, Andrea Barroso, Laura Palacio, Nicolás Felgueroso e Ymer Pérez, quienes acudieron desde Gijón y Barcelona junto a sus perros 'Rollie', 'Isla' y 'Trux'. Mientras, a pocos metros otro grupo con Sonia Estrada y Andrea Joglar a las gaitas, Marco Zaragoza al tambor y varias pandereteras comenzaba a amenizar una velada que, a buen seguro, solo fue la primera de muchas.

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