Cerrada la piscina de Infiesto tras aparecer flotando la cabeza y el rabo de un lobo
Desde el Principado tachan el incidente de «inaceptable» y recuerdan que «no tiene justificación» y «daña la imagen de Asturias»
GLORIA POMARADA / ENRIQUE CARBALLEIRA
INFIESTO.
Lunes, 27 de agosto 2018, 00:17
Hacía más de un año que no se registraban incidentes similares en el Oriente, pero ayer el cadáver de un lobo volvía a aparecer en un espacio público. La cabeza y el rabo de un cánido fueron encontrados a primera hora de la mañana en la piscina municipal de Infiesto, flotando en el vaso principal. Los operarios encargados de la limpieza y el mantenimiento fueron los primeros en toparse con el macabro hallazgo poco antes de la hora de apertura y de inmediato procedieron a dar aviso a las autoridades. Hasta el espacio recreativo municipal se trasladaron agentes de la Policía Local de Piloña y de la Guardería, que recogieron las partes seccionadas del lobo. La aparición de los restos impidió la apertura de la piscina durante toda la jornada, pues las aguas tuvieron que ser sometidas a un proceso de depuración para garantizar la seguridad y las condiciones higiénicas del baño. En un día de altas temperaturas y cielos despejados, muchos fueron los usuarios que se acercaron hasta la piscina, con la consiguiente decepción al ver sus puertas cerradas en una de las jornadas de mayor afluencia de la temporada. No obstante, la intención manifestada en la tarde de ayer por el alcalde piloñés, Iván Allende, es la de reabrir hoy la piscina con normalidad.
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Desde el Gobierno autonómico tacharon ayer de «inaceptable este tipo de hechos delictivos, que deben ser investigados y castigados conforme determina la ley». Recordaron, además, que «nada justifica estos comportamientos» y el «daño que causan a la imagen de Asturias». Por su parte, cinco grupos animalistas -Coordinadora Ecoloxista, Prolobos Asturias, Lobo Marley, Acopo Fauna y Colectivo Ecologista de Avilés - exigieron al Principado «que actúe ya y que el peso de la ley caiga sobre los furtivos». Denunciaron, además, que los hechos ponen de manifiesto que «algunos solo buscan el exterminio de la especie».
La aparición de cadáveres y restos de lobo en la comarca no es un hecho aislado y desde hace años se vienen repitiendo incidentes similares en distintos concejos. El de ayer en Infiesto fue el primer hallazgo de este 2018 en el Oriente, tras un 2017 plagado de casos en toda la región. A principios de febrero, un lobo muerto fue depositado entre dos coches en la avenida de Castilla de Cangas de Onís, en la salida de la localidad hacia la carretera del Pontón. Lo encontró una niña. Apenas dos semanas más tarde otros dos cadáveres aparecieron tendidos bajo un coche en un aparcamiento de Arriondas. A los dos días otro cánido más aparecía colgado de un poste de la carretera en el concejo de Teverga.
Un año antes, en mayo de 2016, se localizaron dos cabezas colgadas del Puente Romano, a ambos lados de la Cruz de la Victoria. En noviembre del mismo año el cuerpo decapitado de un lobo fue introducido en el coche de unos guardas del Medio Natural, mientras estaba aparcado en las inmediaciones del Centro de Precintaje del Portazgo. También les rajaron las ruedas.
En el caso del concejo de Piloña, los últimos incidentes de este tipo se remontaban más atrás en el tiempo. En 2012 un cuerpo decapitado fue hallado frente a la oficina comarcal de la Consejería en Infiesto, mientras que cuatro años antes, en 2008, los animales encontrados a las puertas de la misma sede fueron cuatro terneros.
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La piscina municipal se ubica a las afueras de Infiesto y está separada por un cierre de la carretera AS-254, que conduce al concejo de Caso y a localidades como La Marea o Vegarrionda. En el mismo espacio se sitúa también una de las zonas más concurridas de Piloña en verano, el área recreativa de La Cueva, donde ayer se celebró una romería de animales con el fin de buscar hogar a las mascotas abandonadas.
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