El cierre de la hostelería hizo caer el precio del pescado hasta un 30% en Llanes
Las mayores bajadas se dieron en las especies que se suelen consumir en restaurantes, como besugo, lubina y mero, dice el patrón mayor
L. RAMOS
LLANES.
Lunes, 21 de diciembre 2020, 01:23
Lo advirtieron los propios afectados y ahora lo confirman las cifras. El cierre de la hostelería no solo tuvo un impacto directo sobre quienes regentan o trabajan en los establecimientos, también sobre el resto de profesionales que orbitan a su alrededor, como los pescadores. Y en Llanes, según se puede extraer de los datos que maneja la Dirección General de Pesca del Principado, los precios llegaron a bajar hasta un 30% en algunas especies durante el pasado mes de noviembre. Unas caídas que, advierten desde la Cofradía Santa Ana, no se llegaron a remontar del todo con la reapertura de bares y restaurantes hace una semana y que fueron solo el preludio de «una Navidad muy diferente a la que estamos acostumbrados».
Cuando el Gobierno regional confirmaba el pasado 3 de noviembre las sospechas de muchos y decretaba el cierre de, entre otras actividades, la hostelera, no solo cocineros y camareros se echaron las manos a la cabeza. Son muchas las familias que dependen, como proveedores, del sector. Y en la rula de Llanes los efectos se hicieron pronto patentes con una brusca disminución del número de compradores que acudían diariamente a la subasta y la correspondiente caída en los precios. Hubo jornadas, incluso, en las que algunos patrones decidieron retirar sus productos de la puja tras comprobar cómo la cotización caía por los suelos tras horas de trabajo en la mar.
Las mayores bajadas de precio se dieron, explicaba desde la rula el patrón mayor de los pescadores llaniscos, Ángel Batalla, «en aquellos peces más caros que se suelen degustar sobre todo en restaurantes, como el besugo, el mero y la lubina, entre otros». Unas palabras que confirman los datos que todos los meses remiten desde las cofradías al Principado y en los que se pueden observar importantes caídas en los precios entre octubre y noviembre.
Así, el besugo fue uno de los pescados que más bajó, pasando de una media de 32,69 euros en octubre a 22,91 en noviembre. Esos casi diez euros de diferencia se traducen en una caída del 30% en tan solo un mes, si bien es cierto que el pasado mes los pescadores llaniscos dieron salida a 130 kilos de besugo frente a los 75 del periodo anterior. El desplome en el precio fue similar en el mero, que pasó de rondar los 30 euros a quedarse en apenas 20, pese a que en octubre se despachó más cantidad.
Algo más de un 20% cayó también la cotización de la dorada, que pasó de 21,34 euros a 16,92; y lo mismo sucedió con la lubina, que en octubre cotizaba a 16,32 euros el kilo y en noviembre se quedó en 12,68. En este último caso, no obstante, no solo influyó el cierre hostelero, también el aumento de las capturas, pues a mayor oferta, menos precio. Otras especies en las que se notaron cambios fueron el cabracho, con una bajada de casi el 10% pese a haber menos cantidad, y el pixín, que cayó casi un 15%, quedándose en una media de 6,33 euros por kilo.
Hubo especies, sobre todo aquellas que más se suelen cocinar en casa, que experimentaron un ligero crecimiento, como la merluza, con un 25% más hasta los 3,83 euros de media.
Fin de semana
Ante la caída de los precios y los temporales que están azotando la costa en las últimas semanas, los pescadores llaniscos volvían recientemente a insistir en una petición que llevan tiempo haciendo, la de que se les permita salir a faenar los cinco días que quieran de la semana, en vez de tener los sábados y domingos vetados, para poder así aprovechar los días de buena mar tras haber tenido la flota amarrada.
Por otro lado, operarios de Puertos se afanaban hace unos días en reparar algunas de las luminarias del puerto, después de que los marinos se quejasen a través de las páginas de EL COMERCIO de tener que bajar a sus barcos a oscuras. Desde la cofradía aseveran que no terminan de fiarse del «apaño» e insisten en la necesidad de «una renovación integral del sistema eléctrico».