Las obras de Covadonga obligarán a aplicar nuevos cortes de tráfico

Con la llegada de este puente de la Constitución, las obras de la explanada de Covadonga viven su primer parón para adaptarse al flujo de visitantes que se espera en el Real Sitio. Hasta el lunes, ni maquinaria ni restricciones de tráfico estarán activos en el santuario, que no obstante verá reducida su capacidad de aparcamiento al estar ya levantada tanto la zona frente a la tienda como una hilera de plazas frente a la Escolanía y el Museo. De este modo, el principal espacio para estacionar será el situado tras la propia Escolanía.

A revisar el estado de las obras -presupuestadas en 433.277 euros - se acercaron ayer el director general de Urbanismo, Alfonso Toribio; el abad, Adolfo Mariño; y el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, acompañados en su recorrido por las directoras de obra del Principado, Carmen López; y de la empresa Contratas Souto, Mercedes Sainz. «Los trabajos se adaptan al tiempo y a los visitantes», explicó Carmen López. Adelantó además que «más adelante» se aplicarán nuevos cortes de tráfico, como el ya registrado durante la última semana de noviembre. Ocurrirá, por ejemplo, cuando se dispongan el aglomerado y la Vía Sacra. En todo caso, los trabajos se interrumpirán durante las épocas de mayor tirón turístico, como la Semana Santa y el verano.

Respecto a los plazos, López indicó que los tres meses contemplados en el proyecto solo serían posibles si se ejecutase la intervención sin parones, si bien la idea es «acabar lo antes posible». «A priori no sabemos si antes del verano podrá ser», dijo López. En caso contrario, ya en el otoño de 2020 se llevarían a cabo los remates de las tareas, como estaba previsto desde el inicio. «Es una obra casi artesanal y hay que adaptarse al entorno y al día a día», recordó. En la misma idea insistió Alfonso Toribio, quien destacó lo «atípico» de la intervención por su emplazamiento.

Por su parte, el abad agradeció el «buen ritmo» del tajo ejecutado en este mes, centrado en las canalizaciones. «Hicieron las tripas, lo que no se ve, pero lo más importante», afirmó. Mariño solicitó además que se tengan en cuenta eventos como las bodas, que se concentran a partir de abril, o los actos religiosos de la Semana Santa. En esos casos, dijo, se requerirá «dejar un paso libre». El abad destacó asimismo la comprensión de los visitantes: «Cuando hablas con la gente, lo entienden».