«Tenemos que acabar ya con la discriminación lingüística en la que vive la llingua asturiana»

«Estamos aquí para pedir una Asturias mejor, en la que la gente pueda vivir en asturiano o en gallego-asturiano», decía ayer Xosé Candel, de la Xunta pola Defensa de la Llingua, nada más llegar a la Estación del Norte de Oviedo. Fue desde allí, desde donde arrancó una manifestación por la 'oficialidá' pasada por agua, en la que las más de mil personas presentes reclamaron «a los diputados que salgan elegidos el próximo 28 de mayo, que de una vez por todas se acabe esta situación de injusticia en Asturias, que es excepcional en todo el estado español».

Ese deseo de «terminar con la discriminación lingüística en la que vive la lengua asturiana» era únanime y se extendía también entre los representantes políticos que acudieron a la marcha. Era el caso de Xune Elipe, de Podemos, quien consideraba que «sería un acto de normalidad democrática que la 'oficialidá' se lograra desde un amplio consenso de todas las fuerzas políticas». Lo creía así porque «el asturiano y el gallego-asturiano no son patrimonio de nadie, sino de todos los asturianos, de todas las ideologías». Por eso, él insistía en que «merece la pena defenderlo. Es un patrimonio milenario inmejorable para poner a Asturias en el mapa».

Más de lo mismo opinaba el director general de Política Lingüística del Principado, Antón García. Para él, «la Selmana de les Lletres es un momento para recordar que la llingua asturiana no es oficial y que tenemos que reivindicar que es necesario que lo sea».

Y lo mismo creía Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida, quien aseguraba que, aunque «no se ha conseguido la 'oficialidá' en esta legislatura, estoy convencido de que tiene que producirse a corto plazo». De hecho, le parecía que «la próxima legislatura tiene que ser la de la 'oficialidá'».

Eso miso quería creer Xosé Lluís Colodrón, del sindicato educativo Suatea, convencido de que ese paso permitiría extender la llingua de nuestra región entre toda la sociedad y a todas las edades. «Ahora mismo el asturiano en las escuelas es voluntario y no tenemos los mismos derechos que en el resto del estado español», decía.

Sus palabras estaban arropadas por las gaitas y las panderetas que acompañaron a los manifestantes hasta la Escandalera. Fue allí donde la actriz Natalia Suárez leyó el manifiesto de la Xunta, que defendía «que es el momento de pasar a la historia, construyendo una Asturias mejor». Una tierra que tiene ganas de conquistar «derechos lingüísticos» y que ayer, pese a la lluvia, salió a la calle a alzar la voz. Eso sí: por culpa del tiempo, las actuaciones musicales que estaban previstas al terminar la manifestación, no pudieron llevarse a cabo. Igualmente, el mensaje que querían lanzar quedó muy claro: «Asturianu, llingua oficial». Y lo quieren ya.

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