El Plan de Cercanías dispara su coste a 1.500 millones con obras más allá de 2030

Un mes después de rubricar ese documento la plana mayor de Transportes acudió a Oviedo para repasar los avances. Estaban el nuevo secretario de Estado de Transportes, David Lucas, el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, el nuevo presidente de Renfe, Raul Blanco (llegado en Alvia) y su homóloga en Adif, María Luisa Domínguez. Durante dos horas detallaron a los gobiernos de Asturias y Cantabaria las versiones actualizadas de sus planes de cercanías, presentaron al que ya es el nuevo comisionado (Antonio Berrios) y comunicaron que la unificación tarifaria entre las redes de ancho métrico e ibérico será realidad en las taquillas y máquinas antes de agosto.

La versión actualizada de los planes hay que leerla en una doble clave. Nunca se hizo tanto por poner al día la red, pero tampoco nunca se había reconocido que quedaba tanto por hacer.

El contexto obliga a remontarse a diciembre de 2017. El entonces ministro de Fomento, el popular Íñigo de la Serna, encargó a la consultora pública Ineco que analizara las carencias de la red y pusiera un listado de mejoras. El resultado lo negoció con el consejero socialista Fernando Lastra, y lo presentó en la Delegación del Gobierno, ante representantes sindicales, empresariales y de diversas fuerzas políticas. El documento cifraba en 580,96 millones las necesidades y proponía su consecución en el periodo 2017-2025.

La actualización dispara el coste de poner al día el servicio hasta los 1.491,8 millones. El incremento se explica por dos razones. De un lado está la inflación y que al ponerse a estudiar una obra es habitual que su precio vaya al alza. Por esta vía el ministerio reconoce una subida de 302,3 millones. Del otro lado están las necesidades no contempladas inicialmente, que suman otros 309,6 millones y entre las que se reconoce las mejoras de los sistemas de bloqueos en la red de ancho métrico, una modernización cuyo calendario ya pautaba un reglamento de 2015.

La mayor parte de los esfuerzos de todo el plan lo consumen las obras de infraestructura, competencia del Adif y que protagonizan 1.129,3 millones. Cinco años después de la presentación del plan original, hay un 3% ya terminado (lo que supone 30,4 millones), un 18% que se declara en ejecución (por importe de 203,1 millones), y un 8% en fase de contratación de obra (86,4 millones). El 71% restante está en los despachos, con el proyecto técnico listo, en redacción, en encargo o en el cajón de los trabajos planificados que esperan momento para ser estudiados.

Lucas hizo un balance en el que todo lo que pasa a fase de estudio se computa como presupuesto «movilizado». Echadas así las cuentas, ya estarían «movilizados» 974,9 millones, el 65,3% del plan. Cantabria tiene más trabajo avanzado, con el 90,4% del presupuesto «movilizado».

Crece la lista de trabajo pendiente y también lo que habrá que esperar. Hay 129 actuaciones «a corto plazo» y para ellas «el horizonte temporal es el de 2025», concretó el secretario de Estado. Están estimadas en 515 millones, un tercio del total. Aquí están en ejecución la renovación integral de Gijón-Laviana y la de Colloto-Infiesto (por más que en esta las obras sigan un año después pendientes de empezar), la normalización de bloqueos entre Pravia y Gijón (adjudicada hace un mes), entre otros. En redacción están las duplicaciones de vía entre Trasona y Aboño y desde La Carrera a Pola de Siero.

Otra lista queda en el «medio plazo» y su horizonte de materialización «sería entre 2028 y 2030», indicó. Son 48 actuaciones por un importe de 328 millones entre las que se cuentan la renovación integral de los tramos Lena-Oviedo y Oviedo-Gijón, los túneles del Padrún y los de Villabona. Para el largo plazo, con obras ya en la siguiente década, quedarían trabajos en infraestructura por 286,4 millones que el documento mostrado ayer no identifica.

En lo tocante a los trenes, Lucas confirmó que ya se estaba aplicando el método comparativo para diseñar las unidades pedidas a CAF en el contrato que estaba bloqueado. El inicio de la fabricación lo ubicó «a finales de este año», y la entrega de las primeras unidades «para 2026», sin precisar cuándo se completará el suministro de toda la serie. Sí concretó que los 'Acuerdos de la Castellana' supondrán que la red de ancho métrico asturiana reciba 35 nuevos trenes, en vez de los 10 iniciales. Para dar ese salto, se activará la cláusula que tiene el contrato de CAF que permite ampliar la remesa en siete unidades y Renfe tendrá que licitar un nuevo contrato. «Podrá ser a lo largo de los próximos meses, pero no me atrevo a dar una fecha», asumió.

Los avances, unido al nombramiento de un comisionado para los planes de cercanías, tuvieron buena acogida en los gobiernos regionales. El consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, celebró que se inicie «una nueva etapa con una hoja de ruta clara». «Seremos exigentes pero también colaboradores». «Tenemos mucho por hacer».

Para el consejero la versión del Plan de Cercanías presentada en 2017 «era un power point», mientras que lo de ahora es «un desarrollo exhaustivo con proyectos y presupuesto. Debe ser un antes y un después».

El secretario de Estado, David Lucas, defendió que el documento evidencia «la vocación del Gobierno de España de afrontar la mejora de las cercanías en Asturias y Cantabria». «Creo que nunca se habían hecho unos planes tan ambiciosos», destacó.

La integración tarifaria, largamente demandada en la región, implicará que el billete de la red de ancho métrico (Feve) valga también para la de ibérico (la tradicional de Renfe). La homogeneización de tarifas se está preparando «aplicando la opción más barata» cuando coincidían precios distintos, aclaró.