El 85% de la red está obsoleta y será renovada en su integridad

El balance es discreto a pesar de los intentos de disimularlo. Entre las «principales actuaciones finalizadas en Asturias a fecha de marzo de 2023» se han incluido las reparaciones producto del temporal de enero de 2019 y el refuerzo de emergencia en el túnel de Carbayín, que se venía abajo. En total son ya 52 las actuaciones completadas desde finales de 2017.

Lo inmediato, lo que se quiere acabar de aquí a 2025, son 129 actuaciones de las que están «en ejecución» 35. Es decir, el 73% aún no han comenzado.

Un dato elocuente sobre el grado de obsolescencia que arrastra la red asturiana. Se programa la renovación integral de 115 kilómetros en la parte de ancho ibérico, lo que implica que el 95% de la misma muestra claros síntomas de agotamiento. En las cercanías de ancho métrico se prepara la sustitución de balasto, carril y traviesas en 200 kilómetros, lo que supone el 80,7%. Sumadas ambas redes, en total el 85,4% de la infraestructura, por la que cada semana circulan 2.874 servicios, está necesitada de una puesta al día.

El nuevo documento es generoso al identificar obras y presupuestos, pero timorato en lo tocante a fijar plazos. La versión anterior acotaba que su voluntad era materializar las mejoras entre 2017 y 2025. La de ahora elude poner un marco temporal al conjunto y no da más fecha concreta que la aprobación este año de los proyectos de cuatro pasos entre andenes, la finalización de la modernización de la estación de Pola de Lena en el primer semestre de 2026, la culminación de la obra de mejora de bloqueos en Pravia-Gijón en 2024 y la licitación del resto de bloqueos entre este y el próximo año.

A preguntas de la prensa fue cuando el secretario de Estado ubicó en 2025 las actuaciones que se describen a «corto plazo», y entre 2028 y 2030 las del «medio plazo», sin entrar en las del largo plazo. Cuando se quiso saber la fecha de apertura de la variante de Pajares, pasó la pregunta a la presidenta de Adif, «por si quiere decir algo»; María Luisa Domínguez se remitió al compromiso que había verbalizado de concretarlo «en abril», porque para entonces habrán avanzando las pruebas «con suficiente claridad» como para comprometer una fecha.

La presentación constata avances, pero sigue generando dudas entre los ferroviarios por la cadencia y coherencia que están siguiendo las inversiones. Existe un Plan de Trincheras que en teoría fuerza a actuar en las que más peligro muestran. Pese a ello, se reconoce que aún está en fase de redacción los trabajos para contener las que muestran «riesgo medio-alto» de desprenderse.

Entre los objetivos generales del plan se reconoce que se ha intentado concentrar los fondos en los trabajos que más rentabilidad vayan a dar al usuario. Por lo explicado ayer, a ese objetivo respondería que se estén asignando recursos importantes a la modernización de bloqueos, asunto que mejora la seguridad, cumple la normativa y recuperaría parte de los retrasos causados por la activación del sistema Asfa digital.