Siete bebés para «alegrar» un inicio de año con la mitad de nacimientos

Siete bebés nacían este lunes en Asturias, en un inicio de año con menos partos que el 1 de enero del pasado 2023; prácticamente la mitad. La más madrugadora de 2024 fue Vera Montes Montero, que nacía a las 02:13 de la madrugada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde se registraron los tres primeros nacimientos del Año Nuevo.

Sus padres, José Ángel Montes y Paula Montero, ingenieros de Telecomunicaciones y vecinos de Nava, no pudieron celebrar la Nochevieja, porque ya ingresaron en el HUCA el domingo a las 9 de la mañana. Pero eso es lo de menos. Ayer, se les veía emocionados, eufóricos, porque su «regalo de Año Nuevo» es, además, el primer bebé de Asturias de 2024. «Andábamos con la duda de si Vera llegaría en 2023 o en 2024 y, al final, lo hizo de madrugada. Estamos encantados», declara Paula. «La peque», como llaman cariñosamente a su primogénita, duerme tranquila junto a su madre, que pide para 2024 que «sea tan bueno como empezó».

A la pequeña Vera, con casi tres kilos y medio de peso, le siguieron Amelia Hernández Oakley, de 3,1 kilos, que nacía a las 03:40 horas, y Daniel Hernández Jiménez, de 4,2 kilos, que le daba la alegría a sus padres poco después de las cinco de la madrugada. «en el paritorio estábamos a ver si nacía ella primero u otro bebé, y al final quedamos segundos», bromeaba el padre de Amelia, Daniel Hernández, a quien, más allá de la anécdota, lo que realmente preocupaba ayer es que la niña «está sana y todo ha salido bien».

El positivo en covid de Lauren Oakley, la madre de la pequeña, obliga a un aislamiento que impide las visitas habituales. Pero esta circunstancia no reduce ni un ápice la alegría generalizada de su familia: «Todo el mundo nos llama, nos escribe...Estamos en una nube de felicidad. Es una niña muy buscada, muy deseada». Daniel y Lauren, ingeniero Industrial él y maestra de infantil de origen británico ella, viven en Gijón. Si acudieron al HUCA para dar a luz fue «por recomendación de las compañeras de trabajo» de ella y «no nos arrepentimos».

Tras Amelia, llegaba Daniel, al que su madre, Thalía Jiménez, calmaba el llanto con la paciencia y la experiencia que otorga tener ya otro hijo. «Su hermana -Azharí, de 5 años- tiene muchas ganas de verlo», señalaba. A Thalía Jiménez y Daniel Hernández, los orgullosos padres, no les dio tiempo ni a tomarse las uvas. «En la cena se rompió la bolsa y ya tuvimos que salir corriendo», cuentan.

Para Daniel, que «siempre tuve la ilusión de, si algún día tenía un hijo, llamarle como yo», ha supuesto «toda una alegría poder estar presente en el nacimiento» del bebé, que también ha pasado a formar parte de la historia de este 2024 marcado por una demografía necesitada de niños. «Estamos muy contentos. Ahora ya solo queda pedirle al Año Nuevo que tengamos salud», apuntaba Thalía, mientras mira su bebé.

Por el cuarto nacimiento, el de Martina Díaz Montoro en el hospital Álvarez Buylla de Mieres, hubo que esperar hasta las 07:40 horas. «Fue muy buena, nos dejó comer el cordero y las uvas de Nochevieja», comentan sus padres, Elisabet Montoro y Javier Díaz. Es tan buena, remarcan, que «comió hace poco hasta hartarse y se quedó así como la ves, dormidina».

Aunque Martina, que pesó 2,8 kilos, «se hizo un poco la remolona» para nacer y, de hecho, el parto estaba previsto para el día 31 de diciembre. «Ha sido, sin duda, una de las Nocheviejas más largas que hemos vivido. Ni saliendo de fiesta», bromeaban los abuelos de la niña, Javier Díaz y Dolores Menéndez. Los padres de Martina, arropados por la familia, pasaron 24 horas sin dormir esperando por el que se ha convertido en el primer nacimiento del año en las Cuencas mineras. Así que la recibieron «con muchas ganas» y mucho cariño. «Fue muy buena, nos dejó comer el cordero y las uvas de Nochevieja», comentan sus padres, Elisabet Montoro y Javier Díaz. «Es tan buena», remarcan, «que «comió hace poco hasta hartarse y se quedó así como la ves, dormidina».

A estos cuatro bebés se sumaban, ya por la tarde, Covadonga, que nacía a las 15:45 horas mediante cesárea en el Hospital San Agustín de Avilés. En el hospital de Jarrio, casi dos horas después, llegaba Laura Rodríguez Bousoño. Y, a las 19:05, nacía en el hospital de Cabueñes, en Gijón, otra niña, Zaida.

Elena Bousoño y José 'Pepín' Rodríguez, padres del primer bebé del Occidente asturiano, compartían su alegría por el nacimiento de Laura no solo con la familia, sino con todo el pueblo de Los Mazos. En esta localidad situada a dos kilómetros de Boal, en la que residen, únicamente hay dos niños: Adrián, el primogénito de los Rodríguez Bousuño, y ahora su hermana Laura. «En todo Boal, el año pasado, nacieron cuatro niños. Y para este 2024 hay tres embarazadas», apunta Elena.

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