El Principado centralizará las contrataciones en una misma consejería «para agilizarlas»

A la hora de buscar culpables, consejeros, funcionarios y empresas acostumbran a responsabilizar a la Ley de Contratos del Sector Público. «Está llena de buenas intenciones pero en general, no tiene remedio», viene lamentando entre otros el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño. El texto tiene su origen en una transposición de una directiva comunitaria que de por sí elevaba los controles y que en España fue todavía más endurecida. «No admite enmiendas, hay que rehacerla entera», anota Cofiño.

El presidente Adrián Barbón le tiene encomendado liderar la denominada «guerra contra la burocracia» y, en este capítulo, su batalla para agilizar los procesos pasa por concentrarlos. A principios de año dio orden a la Inspección General de Servicio para que analizara todos los departamentos que gestionan los expedientes de contratación, el personal y medios materiales con que cuentan y cuál es su resultado. La auditoría interna debe estudiar las «formas de adjudicación, plazos de tramitación, incidencias en la preparación» de los expedientes, comparar las tareas y cargas de trabajo de cada departamento implicado.

El plan anual que guía el trabajo de la Inspección especifica los objetivos de este análisis previo: «A la vista del éxito de algunas experiencias incipientes conocidas en otras administraciones, se estima que procede intentar un nuevo camino en el Principado de Asturias hacia la centralización de la contratación administrativa».

A los inspectores se les ha pedido que ahonden en «la repercusión que este modelo de gestión podría tener en la reducción de plazos de tramitación de los contratos, en la homogenización de criterios y de documentos y en las economías de escala derivados de la concentración de necesidades, de medios y de conocimiento».

«Estamos lanzados para tener en un futuro próximo un servicio de contratación centralizado en vez de que cada consejería tenga su órgano propio», confirma Cofiño. «En Aragón hay alguna experiencia y creo que tiene todas las ventajas del mundo, porque agregas conocimiento, haces un servicio especialista que mantendrá criterios homogéneos. Es un proyecto que estamos madurando para el medio plazo», concreta el viceconsejero.

Los cambios que describe solventarían una de las debilidades que vienen señalando especialistas en contratación pública como Manuel José García, ingeniero de telecomunicaciones formado en la Universidad de Oviedo. «La contratación en este país está muy diversificada, hay 25.000 organismos dispersos, y eso dificulta la coordinación y profesionalización de los procesos», diagnostica.

«Cada uno hace la guerra por su lado, con sus propios recursos, que son escasos en muchas ocasiones», destaca. «Concentrar estos procesos en una unidad facilita la profesionalización de la organización y que incorporen nuevas herramientas informáticas capaces de procesar los datos y detectar ineficiencias», dice.