El Principado defiende mejoras en el trazado actual para el AVE desde Lena

Gijón no tendrá estación de AVE por lo menos hasta bien entrada la década de los años 30, según adelantó ayer EL COMERCIO, al informar de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha reconocido a la UE que no tiene previsto ejecutar las obras para prolongar la línea de alta velocidad a Oviedo y a Gijón antes de 2030 y, como consecuencia, perderá la ayuda económica ofrecida en su momento por Bruselas. Una ayuda que estaba condicionada a que acelerase estos trabajos y fuera capaz de acometerlos antes de ese plazo.

El Principado recordó ayer que en el tramo entre Pola de Lena y Oviedo «la orografía y la existencia de varias explotaciones mineras en el macizo de Riosa condicionaron las soluciones técnicas del estudio informativo publicado en 2015 por el ministerio, en el que se elevaba a 1.150 millones de euros la inversión mínima necesaria para que el trazado de prestaciones de alta velocidad y alta complejidad técnica llegara hasta Oviedo».

Según el Principado, esas mejoras costarían casi un tercio del coste actual total de la variante (aproximadamente 3.800 millones de euros) para «conseguir un ahorro de tiempo de unos diez minutos entre Lena y Gijón», y «más si tenemos en cuenta que las posibles paradas intermedias impedirían en la práctica que el tren alcanzase su velocidad máxima». Además, el Gobierno regional subrayó que «con independencia de las características del trazado, la apertura de la variante no implicará la necesidad de tener que hacer trasbordo alguno: Un pasajero que suba al tren en Gijón u Oviedo seguirá en el mismo convoy hasta Madrid; las adaptaciones de los trazados se realizarán por medio de los correspondientes intercambiadores de ancho de vía, que ya están previstos».

En cambio, el Ejecutivo autonómico considera que «en el tramo Oviedo-Gijón, Asturias necesita poder potenciar no solo los tráficos de Alta Velocidad y larga distancia entre Pola de Lena y Oviedo, sino mejorar la capacidad de la red de mercancías y cercanías. Esto pasa por poder realizar 'microvariantes', con menor impacto económico y medioambiental, que permitan homologar el tramo a los estándares de la red de autopistas ferroviarias europeas». En román paladino, lo que está diciendo el Gobierno del Principado aquí es que se podrán introducir mejoras en diversos pequeños tramos de la actual vía ferroviaria.

Y recuerda el Principado que, sin renunciar a que el trazado ferroviario de Campomanes a Gijón se adecúe en un futuro a las condiciones propias de la alta velocidad, una de las prioridades es potenciar los servicios de mercancías a los puertos.

Por su parte, la alcaldesa de Gijón, Ana González, aportó ayer la perspectiva de que el AVE llegará a Asturias el próximo año y que «sinceramente, lo verdaderamente importante es que seguimos reduciendo tiempos en el trayecto Gijón-Madrid sin cambiar de convoy. Cuando la alta velocidad sea definitivamente una realidad, ese trayecto se recorrerá en tres horas y media, y esto será, según los plazos previstos, cuando acabe el actual período de pruebas».

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