El próximo curso de Primaria comenzará con casi 10.000 alumnos menos que hace seis años

«El descenso de la natalidad en Asturias es una realidad que vivimos con preocupación por lo que afecta a la escolarización de nuevo alumnado en Infantil y también por lo que supone para el presente y futuro de Asturias. Lo que está sucediendo este año no es nuevo, está en continuidad con lo sucedido en cursos anteriores y los datos de los que disponemos para los dos próximos años, los nacimientos en 2020 y 2021 en plena pandemia, son aún más bajos y alarmantes». Alarmante, esa es la palabra que usa Simón Cortina, presidente de Escuelas Católicas y director de uno de los centros más grandes de la región, el Corazón de María, de Gijón. Porque la escuela concertada, aunque durante un tiempo ha aguantado mejor que la pública la pérdida de alumnado, también está afectada por la situación. Yolanda Camello, directora de la Escuela Infantil Gloria Fuertes, admitía hace ya tiempo el «temor» ante la situación. «Hay que competir por el alumnado», reconocía Borja Llorente, de CC OO.

Los colegios echan el resto durante las jornadas de puertas abiertas. Hay que tratar de convencer a las familias. De las matriculaciones dependen las aulas de cada centro. Y los niños a inscribir son cada vez menos. De los 6.455 nacidos en Asturias en 2015 pasamos a los 4.771 de 2020. La propia consejera de Educación, Lydia Espina, admitió las malas previsiones: la reducción del 3,4% de alumnado en Infantil y Primaria y el aumento del 1,1% en Secundaria y Bachillerato, un aumento que se mantiene gracias a que la última etapa educativa preuniversitaria sigue aún creciendo, porque lo cierto es que la ESO también ha empezado a perder ya alumnos.

¿El temor de los centros? El posible cierre de aulas. Con excepción del curso 2020-21, por los desdobles aprobados por seguridad, hace ya algunos años que la pérdida de unidades es paulatina. Frente a ello, sindicatos y docentes piden que se bajen las ratios, esto es, aprovechar el descenso de la natalidad para lograr una enseñanza más personalizada, con menos alumnos por aula. Además, muchas voces creen que las ratios mínimas deberían ajustarse a la realidad de cada zona.

Por el momento, la consejería ha considerado «prioritario» mantener abiertos los 25 colegios rurales agrupados de Asturias, donde estudian este curso 1.786 escolares. Más más de la mitad de los colegios agrupados, 13, se encuentran en el occidente asturiano, donde el despoblamiento está muy generalizado y la natalidad es la más baja de la región.

Más allá de eso, la pérdida de aulas parece inevitable y, en el caso de los concertados, eso se traduciría en recorte de conciertos. Según datos del Ministerio de Educación, Asturias ha perdido en las dos últimas décadas 621 aulas de Primaria y Secundaria. Esa es la evolución del número de unidades desde el curso 1999-2000 (cuando terminó de implantarse la ESO en su totalidad y que permiten, por tanto, hacer una comparativa), hasta el curso 2019-2020).