Las quejas de los inquilinos de Vipasa por averías crecieron un 83% en dos años

El 6 de mayo Viviendas del Principado S. A. (Vipasa) alcanzará sus 20 primeros años, aniversario al que llega envuelto en tormenta. En sus 9.599 pisos hay 21.043 inquilinos; pagan 93 euros de renta media por vivienda y las averías y trato que reciben son motivo de disputa. Podemos reclama la destitución del director general de Vivienda, mientras IU amagó con romper relaciones con el Gobierno asturiano. Las aguas parecen haberse calmado tras firmar la consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, y el grupo parlamentario, un protocolo que promete dar facilidades a los inquilinos para transmitir sus quejas y agilizar las obras de reparación.

El maremágnum político se desató tras desvelar EL COMERCIO la situación de Jordán Santana, de 26 años, tutor de sus hermanos de 18 y 14 años, con quienes residía en La Calzada en un piso comido por la humedad. Tras su paso al frente, llegaron más. En La Corredoria, por ejemplo, el presidente de la comunidad de vecinos del número 8 de la calle Pablo Alonso Rato denunció que llevan nueve años esperando recibir unos garajes, «están llenos de ratas y los ascensores se inundan, hay humedades y por mucho que llamemos para pedir una solución, no nos contestan».

La cascada de denuncias públicas se sucede y a parte de ellos está dando altavoz Podemos. «Venga a La Corredoria, a ver cómo se cae la casa. Venga a Avilés. O vea las denuncias que estamos recibiendo. De La Calzada, de Montevil, de La Laboral, de Santullano, de Langreo, de Carreño... De oriente, de occidente, no hay sitio en Asturias donde no haya una queja contra Vipasa», retó el diputado Rafa Palacios.

Un repaso a las memorias y cuentas de la empresa muestra una situación larvada desde hace tiempo. En la de 2017 se dan cuenta de 3.097 incidencias registradas; un año después eran 4.201 y el último curso con información disponible, el de 2019, se habían elevado a 5.664. En términos comparativos, la empresa pública vio en dos años un incremento del 83% en las reclamaciones de los inquilinos. Las memorias que Vipasa cuelga en su web se remontan a 2013 y al menos desde entonces nunca se dieron tantas incidencias. Detrás de ese término, «incidencia», en la última memoria se indica que hay una mezcla de avisos de averías, petición de autorización de obras y renuncias a viviendas, sin detallar a cuánto corresponde cada uno, mientras en otros años se utiliza el término solo para hablar de averías.

Lo que ofrece una metodología más estable son las cuentas de la empresa. Apuntan a una cifra de negocio de 1,6 millones, que apenas cubre los gastos de personal (de 1,5 millones). El parque de viviendas está valorado en 72 millones y se arrastra una deuda de 33,4 en diferentes préstamos. Existe un apunte contable para reflejar el dinero dedicado a «reparaciones y conservación». En 2017 justifica gastos por 411.060 euros, un año después contuvo ese desembolso a 286.322 euros y en el balance de 2019 se registra aún menos, 233.000 euros. Es decir, un 43% menos en dos años.

Las memorias tratan de dar otra imagen más amplia y explicativa, pero cada año ponen la atención en cuestiones distintas, lo que complica su seguimiento. La de 2019 asegura que se hiceron reparaciones en 1.871 viviendas, lo que supondría haber actuado en una de cada cinco de las que componen su parque. La mayor parte fueron por problemas de calefacción y fontanería. En total el gasto de las reparaciones en pisos ocupados ascendería a 789.000 euros, un 3,8% más que el curso anterior y un 38% más que en 2017. El desembolso para adecentar pisos vacíos es siempre más cuantioso.

Entre la información que aparece y desaparece están las encuestas de satisfacción a quienes llaman. En 2015 el 23% decía que había sido entre regular y muy mala; en 2018, siguiente memoria con resultados, la proporción subía al 27%. En la última, de 2019, se dice seguir preguntando pero no figuran los resultados.