El rector defiende la autonomía de la Universidad en el inicio del curso académico: «No podemos dejarnos mangonear»

Un proceso que precisa, según el máximo responsable de la institución académica asturiana, de «herramientas y un modelo de financiación que nos permita transferir competencias a nuestros centros para que tengan capacidad de gestión autónoma y conseguir así ser más eficaces en nuestro día a día». Siempre, señaló Villaverde, desde «la coordinación» y «remando en la misma dirección».

Esta es una de las consideraciones que hizo el rector de la Universidad de Oviedo en el inicio de un curso académico en el que los estudiantes de primer año de grado tienen la matrícula gratuita. Una medida que «está bien», aunque «tenemos que hacer más cosas si queremos atraer estudiantes». De ahí que Ignacio Villaverde aprovechase la presencia del presidente del Principado en el acto inaugural para pedirle «un compromiso más decidido» por la Universidad asturiana. «Hay que hacer residencias, hay que tener viviendas asequibles, hay que tener becas para estudiar y para estar en el sitio donde se estudia, necesitamos personal administrativo, necesitamos un pacto para la investigación, necesitamos abordar nuestras infraestructuras…», expuso el rector, que, como viene siendo habitual, empleó la lengua asturiana en parte de su discurso.

Y en el capítulo de infraestructuras, el futuro campus de El Cristo ocupa un lugar destacado: «Hay que darle un empujón fuerte. La Universidad ya ha cumplido con sus deberes y no podemos esperar más, porque el tiempo puede frustrar las expectativas de un proyecto ilusionante». Pero por encima de todo Ignacio Villaverde quiso salir al paso de posturas y declaraciones que entiende como un ataque a la Universidad pública.

Por eso, «quiero alzar la voz en defensa de la universidad pública y su autonomía; no podemos dejarnos mangonear. Nosotros servimos al conjunto de los asturianos, no a los intereses más poderosos ni a los que más protestan o presionan». Lo dejó ahí sin identificar a quienes supuestamente tratan de socavar la independencia de una institución que «ofrece esperanzas a todo el mundo, no sólo a los que pueden pagárselo».

Una función que Villaverde puso en valor, sin que eso suponga un ataque a las universidades privadas: «Somos dos modelos distintos, perfectamente compatibles. Ni nos van a hacer más pobres ni nos van a convertir en referente». Eso sí, «la universidad pública garantiza que el ascensor social exista y funcione, que todos tengan una oportunidad vengan de donde vengan», función que «no cumple la universidad privada».

En su discurso, Villaverde también tuvo unas palabras para el conflicto que se está viviendo en Gaza. Fuera del Edificio Histórico, un grupo de personas se movilizaba contra los ataques de Israel y reclamaba a la institución universitaria que boicotee al país hebreo. Dentro, el rector condenaba enérgicamente lo que está sucediendo con el pueblo palestino: «Se han traspasado todas las líneas rojas. Lo que está sucediendo es un genocidio con todas sus palabras».