El rector llama al «rearme emocional» para «liderar la transformación regional»

Villaverde arengó a la comunidad universitaria a «creer en nosotros, creer que la Universidad es capaz de transformar y liderar a Asturias, y la principal traba que tenemos para ello es más psicológica que real, porque estamos muy preparados».

Además, indicó que en el primer trimestre se irá concretando el gran cambio organizativo de la estructura universitaria que se viene gestando desde que asumiera el cargo de rector a finales del pasado curso, y se preparará el camino para la nueva relación de puestos de trabajo, que se concretará el próximo año, así como el nuevo plan estratégico, «para el que el pilar fundamental es el contrato programa que firmaremos con el Principado».

Precisamente, el consejero de Ciencia e Innovación, Borja Sánchez, ratificó que «la Universidad ha de ser el epicentro de la transformación económica de Asturias», para lo que comprometió «toda nuestra lealtad, compromiso y respeto a la autonomía universitaria».

Que hay sintonía entre el Principado y el nuevo equipo rectoral es patente. Ambos, rector y consejero (que representaba al presidente del Principado, que a la misma hora se encontraba acompañando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su visita a Asturias) lo demostraron con su complicidad permanente, tanto en la alocución a los medios previa al acto oficial como en el propio Paraninfo y en el paralelismo de sus mensajes. Así, Villaverde y Borja Sánchez no solo coincidieron en que la Universidad ha de ser el motor del cambio de Asturias, tanto con investigación aplicada y una conexión cada día más directa con el empresariado regional, como con un refuerzo de la investigación pura. También lo hicieron en la apuesta de ambos por recuperar la presencia de alumnos en las aulas: «Necesitamos volver a la presencialidad porque va siendo hora de ser reales. No me refiero solo a poder vernos las caras -parece que a ese respecto tardaremos aún un tiempo y vamos a tener que seguir imaginándonos las sonrisas-, me refiero a volver a ser esa Universidad poderosa, aunque aún la expectativa ideal tenga que seguir negociando con la auténtica realidad», dijo Villaverde, que insistió en que el futuro «lo primero que requiere es que volvamos a los espacios universitarios, con cautela, extremando la prudencia, para no dar un solo paso atrás, pero regresamos».

Calcó esa parte del mensaje el consejero, que habló como el rector de prudencia y cautela y apostó por «quedarnos con algunas enseñanzas de la covid que nos ayudarán a afrontar el futuro, como la capacidad de adaptación, la docencia online de calidad que permitirá abrir el abanico a alumnado internacional no presencial, a la formación continua o a nuevos formatos de enseñanza, como el recientemente implantado grado en Ciencia e Ingeniería de Datos».

Tanto Villaverde como Sánchez avanzaron la próxima concreción del contrato-programa a suscribir por el Principado y la Universidad. El consejero anotó que para él «nos hemos marcado dos objetivos principales: Que la institución cuente con una financiación ambiciosa y estable, que contribuya a potenciar su labor docente, a incrementar la apuesta por la investigación, la generación de conocimiento científico, su transferencia y también por la internacionalización, y, el segundo objetivo, que la Universidad de Oviedo esté en el centro de la estrategia de especialización inteligente de Asturias, la cual refleja los ámbitos donde nuestra región presenta fortalezas y oportunidades en comparación con el resto de regiones de la UE de 27».

En todo caso, el contrato-programa no nace «de cero», sino que «contamos con la experiencia de estos últimos cuatro años», dijo el consejero, que añadió que de ellos «aprovecharemos lo bueno y modificaremos lo que consideremos que deba retocarse», para dar continuidad «a un modelo que ya contempla una financiación basal, una financiación variable ligada a resultados y un plan de inversiones».

Por su parte, el secretario general, Ángel Espiniella, recordó que el curso se cerró con «5.998.533 euros de superávit» y lanzó un deseo común a todos los asistentes: «Que el curso más difícil dé paso al curso más esperanzador».