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El 'tardeo' vuelve a las terrazas de los bares. DAMIÁN ARIENZA

Las reservas en los alojamientos rurales se disparan tras la prohibición de los cotillones

Casas y apartamentos que habían sufrido cancelaciones por covid de los clientes cubren estos días las plazas que les quedaron libres

Chelo Tuya

Gijón

Lunes, 27 de diciembre 2021, 03:45

La oferta rural asturiana colgará el cartel de completo en fin de año. Aunque la disponibilidad es muy inferior a la de otras temporadas del año, ya que muchos empresarios cierran en estas fechas, los hoteles, casas y apartamentos rurales que apostaron por abrir estas navidades acertaron. Las estadísticas de las plataformas de reserva por internet hablan de una ocupación en esa modalidad de alojamiento, de la que Asturias fue pionera, del 98%. Tasa lograda, especialmente, desde el día de Nochebuena, cuando el Ejecutivo regional decidió, en una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno, sumar a la obligatoriedad de utilizar desde mañana el pasaporte covid y el cierre, en este caso durante un mes, del ocio nocturno. Además de limitar a la una de la madrugada la apertura de la hostelería.

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Una decisión que se ha traducido, en la práctica, en la supresión de las fiestas de Nochevieja en bares, discotecas y restaurantes, por lo que son muchos los asturianos que han optado por alquilar una casa rural para organizarla por su cuenta con la familia o los amigos. «Estamos llenos», reconoce Adriano Berdasco, presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural. Y lo hace con los datos de Somiedo, donde la gerente del Hotel Rural La Corte, Soraya Temprano, sabe ya que «llenaremos».

Algo que no estaba tan claro antes de Nochebuena. «Este mes está siendo muy raro. Teníamos muy buenas previsiones, pero, de repente, se empezaron a caer todas. Los clientes llamaban para anular por PCR positivo, o bien de ellos o bien de un familiar», explicó la presidenta del Clúster Rural, Ana Soberón.

Y lo que parecía convertirse en un fiasco de navidades con plazas libres no calculadas se trocó desde Nochebuena «en nuevas llamadas para reservar. De grupos de familias, de amigos, para pasar juntos la Nochevieja». Una sensación la de Soberón que confirma la vicepresidenta de Fastur. «Estamos teniendo mucha demanda para estos días», afirma Ana Llano. Una demanda que, según describe el presidente de Alojamientos Rurales con Actividades (Arca). Jaime García apunta que estos días «hay peticiones de última hora de gente joven», aunque buscan estancias puramente festivas: «De solo una noche». Los grupos familiares, sin embargo, «sí buscan todo el fin de semana».

Alternativas a la ruina

Y mientras los alojamientos rurales se benefician del tirón de última hora de quien ha tenido que cambiar los planes de Nochevieja tras el cierre del ocio nocturno, el resto de alojamientos buscan alternativas para salvar «la ruina» que les supone la inversión realizada para las cenas con cotillón.

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Tal y como explicaba ayer a EL COMERCIO el vicepresidente de Otea experto en hotelería, Fernando Corral, la obligación de cerrar la hostelería a la una de la madrugada impide la celebración de las tradicionales cenas con cotillón que ofrecen los hoteles. «Hemos tenido que cancelar 70 estancias. Más de 10.000 euros de pérdidas».

Por eso, algunos empresarios, como el gerente del mayor campamento turístico de Asturias, el Camping Municipal de Deva, están cambiando el formato de la fiesta. «Nosotros teníamos todos los bungalós reservados, con fiesta de Nochevieja. Les estamos planteando mantener la cena y lo previsto hasta la una y, luego, que continúen en su bungaló». Una opción que también plantean algunos hoteles, como Roberto Riesgo, del Gran Hotel Rural Cela. «Para evitar el cierre total por primera vez en nuestra vida, proponemos cena hasta la una y, luego, cada uno fiesta en su habitación».

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