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Día Mundial del Alzhéimer

La sanidad asturiana ya se prepara para los nuevos tratamientos frente al alzhéimer

Los neurólogos Miriam Álvarez, desde el Hospital de Cabueñes, y Santiago Fernández, desde el HUCA, analizan el presente y futuro de esta enfermedad que hoy conmemora su Día Mundial y que afecta en Asturias a más de 30.000 personas

Sábado, 20 de septiembre 2025

«¿Cuánto voy a tardar en perder la memoria? ¿Me voy a olvidar de mis hijos? ¿Cuándo empezaré a sufrir un deterioro grave? ¿Cuánto tiempo me queda de vida?». Son algunas de las preguntas que se escuchan en las consultas de los neurólogos cuando un paciente recibe la noticia de que sufre alzhéimer. Los especialistas difícilmente pueden dar respuesta a todas las incertidumbres que acompañan a esta enfermedad neurodegenerativa porque «cada persona evoluciona de una forma diferente», pero ya trabajan en nuevos métodos de diagnóstico y tratamientos para mejorar su abordaje.

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Hoy, en el Día Mundial del Alzheimer, Miriam Álvarez, desde el Hospital Universitario de Cabueñes, y Santiago Fernández, desde el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), explican los pasos que se están dando para enfrentar este trastorno cerebral irreversible, que afecta ya a más de 30.000 asturianos, según las últimas estimaciones. «Al estar asociada a la edad y, debido al envejecimiento poblacional de la región, es una enfermedad muy prevalente en Asturias. Y desgraciadamente, cada vez más», coinciden en señalar ambos neurólogos, como punto de partida.

Con este punto de partida, la sanidad asturiana se prepara ya para la llegada de las nuevas alternativas farmacológicas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Estos tratamientos suponen «un gran desafío, porque están pensados para las fases iniciales de la enfermedad y debemos establecer protocolos para que lleguen lo más rápido posible a los pacientes en los que pueden ser más efectivos», explica Miriam Álvarez, que coordina el grupo de trabajo creado dentro de la Sociedad Neurológica Asturiana para el estudio de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

Dispensación hospitalaria y con control radiológico

A través de ese grupo, especialistas de toda Asturias han puesto en común sus ideas para «avanzar en una misma dirección» y, así, «poder establecer unos protocolos comunes en todas las áreas sanitarias» de cara a los nuevos tratamientos –y también métodos diagnósticos– que se avecinan. Una labor que se está desarrollando «despacito, pero con buena letra» y en colaboración estrecha con el servicio público de salud. «Hay que ir por delante, porque estamos hablando de una logística que no se organiza de un día para otro», recalca la doctora Álvarez.

El salto terapéutico para el que se preparan los especialistas asturianos tiene que ver con dos fármacos, uno ya aprobado y otro pendiente de autorización, que podrían modificar el curso del alzhéimer al actuar directamente sobre su fisiopatología. Los medicamentos disponibles hasta la fecha, sin embargo, sólo tratan los síntomas. «Se nos abren puertas, pero hay que ser cautelosos, porque esos tratamientos no sirven para todos los casos y tienen muchos efectos secundarios, que requieren una vigilancia estrecha», pone en situación Santiago Fernández.

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La administración de los nuevos fármacos debe ser intravenosa y requiere dispensación hospitalaria con control radiológico, un procedimiento al que habrá que buscar acomodo logístico. La idea es implicar a los tres hospitales universitarios de la región y a la red de Atención Primaria. «Es tan enorme el impacto que el alzhéimer causa sobre la persona y su entorno que estamos ante un problema de salud pública muy serio», considera el doctor Fernández, uno de los especialistas de la sección de enfermedades neurodegenerativas del HUCA, que tiene una consulta específica para los casos más complejos de demencia.

Diagnóstico a través de un análisis de sangre

El abordaje del alzhéimer no sólo ha experimentado un avance significativo en el ámbito farmacológico. También se están dando pasos adelante en el método de diagnóstico y, de hecho, en el Laboratorio de Inmunología del HUCA «se están validando marcadores en sangre con muestras de pacientes en los que existe una sospecha de alzhéimer», señala Santiago Fernández.

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Las pruebas, con las que colaboran todos los hospitales del sistema sanitario, «se muestran prometedoras». Si ese trabajo de validación prospera, el alzhéimer podría pasar a detectarse mediante una simple analítica de sangre y, según espera este neurólogo del HUCA, «se ganaría mucho tiempo en el diagnóstico».

A la espera de que se materialicen los avances previstos, la incidencia del alzhéimer «sigue creciendo», lamentan Santiago Fernández y Miriam Álvarez. En la mayoría de los pacientes, la enfermedad se manifiesta y detecta a partir de los 60 años, pero en las consultas «ya empezamos a tener a gente más joven». Existen aspectos genéticos que pueden aumentar el riesgo de padecer la enfermedad, pero los casos que tienen una causa hereditoria son menos del 5%.

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«La prevención es importante. Cuidar los factores de riesgo vascular, hacer ejercicio aeróbico moderado, la estimulación cognitiva, evitar el aislamiento sensorial usando gafas y audífonos cuando se necesitan... Todo ello influye y está demostrado que puede retrasar la demencia», sostiene el doctor Fernández.

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