Los secretarios judiciales avisan de que no cesarán en su protesta pese al colapso de los juzgados

Ayer, volvieron a mostrar su indignación ante la falta de mejoras salariales correspondientes a la gran carga de «trabajo extra que llevamos asumiendo desde 2009» -cuando se reorganizaron las leyes y comenzaron a asumir la tramitación de juicios, conciliaciones y declaraciones, entre otras competencias-. En esta ocasión lo hicieron frente al Palacio de Justicia de Gijón, donde medio centenar de letrados colgaron las togas de forma simbólica, y no descartan volver a hacerlo esta semana en Oviedo, a pesar del «agotamiento» que ya comienza a notarse en el colectivo, tras tres semanas de protestas.

Estrella Hormazábal, vocal de la Asociación de Letrados de Administración de Justicia aseguraba que «nos lo están poniendo difícil». Se refería así a la falta de acuerdos y la pasividad del Ministerio de Justicia ante la situación. Esto último es lo que más sorprende a los letrados de la Administración después de todo el ruido que han hecho con protestas en todas las comunidades autónomas: «Llevamos reclamando el cumplimiento de los compromisos desde abril, intentamos mediar a través de cuatro vocales del consejo del Poder Judicial, convocamos la huelga el 24 de enero y ni aún así se han esforzado por querer llegar a un acuerdo».

Ante esta situación, cada vez más complicada, los letrados «estamos dispuestos a resistir». Muestra de ello es que tan solo en el día de ayer se aplazaron más de 100 juicios, 30 declaraciones y 29 conciliaciones, lo que, lamentan, ocasiona «un grave perjuicio en el ciudadano porque en algunos sitios el aplazamiento es de meses, pero en otros puede ser hasta de cuatro años». Todo ello a pesar de que siempre hay algún letrado en los servicios mínimos, ya que «nos vamos turnando para que al ser una huelga indefinida no trabajen siempre los mismos».

Desde la Asociación de Letrados de Administración de Justicia reclaman que se llegue a un acuerdo «por el ciudadano» ya que los pagos y las consignaciones también siguen parados. Son conscientes del desgaste que está suponiendo esta huelga para todos, pero aseguran que «no nos vamos a cansar tan fácilmente. La gente está muy comprometida y ahora que empezamos no podemos echarnos atrás». Hormazábal asegura que «ojalá pudiéramos decir que hemos llegado a un acuerdo», pero reconoce que esa es una realidad aún lejana.