El lago que se encuentra en la finca.

Un edén natural en Lugones

La Acebera se ha convertido en la mayor finca de uso público de la zona centro del Principado. Son 340.000 metros cuadrados que albergan más de dos mil especies vegetales y atraen al parque a los amantes de la naturaleza y el deporte

Soledad Rodríguez Noriega

Martes, 5 de mayo 2015, 00:31

Existe un enclave en Lugones alejado de la contaminación y el ajetreo cotidiano de la localidad. Se trata de un espacio de 340.000 metros cuadrados de pura naturaleza donde los protagonistas son el verde, la tranquilidad, el cantar de los pájaros y el aire puro. Este amplio espacio recibe varios nombres: la Cebera, la Acebera o finca Santa Bárbara. Esta última denominación la adquirió por haber sido el almacén de la fábrica de explosivos instaurada enLugones por José Tartiere Lenegre, que convirtió a la localidad en uno de los ejes industriales del momento. El primer conde de Santa Bárbara compró la finca la Cebera en 1880 a María Teresa, Virginia yMatías Estrada-Nora por 6.810 pesetas.

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La finca era propicia para la actividad industrial que Tartiere desarrolló con la Sociedad Anónima Santa Bárbara, ya que la orografía lo permitía y la densidad boscosa era idónea para las pruebas de explosivos.

En el complejo industrial se construyeron viviendas para trabajadores, escuelas y la casa de José Tartiere. La fábrica de explosivos Santa Bárbara gozó de gran prestigio llegando a vender 300 toneladas de pólvora prismática durante las guerras coloniales, y continuó su actividad hasta bien entrada la década de los años 70. Tras varios años en tierra de nadie, elAyuntamiento de Siero decidió en 1982 hacerse con la propiedad del terreno por 80 millones de pesetas. Varios años después comenzaron los trabajos de adecuación, limpieza y reforestación para convertirlo en el parque actual. Hasta no hace mucho estaban en pie casas que recordaban el antiguo esplendor industrial, edificaciones que no tuvieron un mantenimiento adecuado: algunas sufrieron incendios y al final, se derruyeron. Aún quedan restos como el suelo o alguna escalera incrustada en los montículos de la finca. También son recuerdo de aquella época las galerías que entre la vegetación se dejan intuir; los lugareños recuerdan una chimenea que se levantaba donde ahora es todo arboleda.

Este espacio alberga el depósito de agua de Lugones, obra del ingeniero Ildefonso Sánchez delRío, que estuvo activo hasta 2008 y linda con la finca de losTartiere en la que se encuentra su palacete.

Hoy en día la Cebera o Acebera es un reclamo para los habitantes de Lugones y de concejos vecinos por ser óptimo para el paseo, la práctica de deporte o el ocio como área recreativa. La finca es un mundo aparte, es una concentración de especies vegetales única en todo el centro de la región que cuenta con entre dos mil y tres mil especies vegetales, un lago con cascada en el que se pueden encontrar ánades o peces y sendas. Anualmente, elAyuntamiento planta un mínimo de cien ejemplares arbóreos ya que «dada la edad del arbolado cada año se van apeando ejemplares que pueden ser peligros para conseguir una regeneración progresiva de la finca», expone Marta Nosti, ingeniera técnica agrícola municipal. Los árboles se analizan mediante un diagnóstico asistido con tomógrafos para cada ejemplar con el que se pueden descubrir daños que a simple vista no se perciben.

El bosque de la Acebera es mixto atlántico. Concentra un gran conjunto de ejemplares siendo un cedro del Líbano uno de los reclamos por excelencia del área, el resto de vegetación está constituida por prados de siega, brezal tojal, bosques de suelos encharcados (alisedas) y zonas ajardinadas. La reforestación llevada a cabo trata «de eliminar las especies invasoras y facilitar la proliferación de especies como el abedul o el roble», explica Nosti. Además se puede encontrar fauna como ardillas, anfibios, jabalíes o zorros.

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Los terrenos han sufrido recortes a lo largo de los años como la parte cedida para la construcción de instalaciones deportivas en las que se encuentra el campo de fútbol del Atlético de Lugones, las piscinas y un polideportivo o el terreno en el que Educación levantó el colegio Santa Bárbara. Desde hace cuatro años, el Ayuntamiento se hizo con 40.000 metros cuadrados en la zona oeste que permite que el terreno llegue hasta la ribera del río Nora.

La finca consta también de zona de juegos infantiles, bancos, fuentes y área recreativa con mesas y parrillas y dos amplios aparcamientos. «Hemos optimizado espacio concentrando las mesas en dos puntos con las parrillas para evitar problemas como pudieran ser incendios», indica la ingeniera, pero la Acebera no se libra del vandalismo y de la sustracción de mobiliario que hay que reponer.

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El mantenimiento de este paraíso lugonense corre íntegramente a cargo del Ayuntamiento de Siero. Le cuesta alrededor de 80.000 euros anuales. «Hemos realizado una clasificación de zonas de intensificación de mantenimiento para conseguir un mejor rendimiento», debido a que unas necesitan mayor control y seguimiento para que naturalicen de una manera adecuada.

Proyectos y mejoras

La finca es objetivo de proyectos y a lo largo de los últimos años se han barajado muchas iniciativas que pudieran desarrollarse en la Acebera. Así, una de las opciones que podría encajar dentro del entorno de la finca sería un circuito botánico que completase uno realizado por HC hace unos años con la identificación de diferentes especies arbóreas.

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Entre las actuaciones a realizar en este enclave se encuentra la instalación de puntos de luz debido a la carencia de iluminación así como el cierre perimetral del recinto para preservar su naturaleza y encanto, como se hace en otros parques en diferentes ciudades. Un proyecto que se elaboró pero no se ejecutó fue el acondicionamiento de una parte de la finca para construir 92 huertos de ocio.

Los vecinos de Lugones disfrutan a diario de la Acebera pero para muchos vecinos de Siero es una auténtica desconocida. Los locales resaltan la belleza y la posibilidad tan cercana de aislarse del ruido y «disfrutar de la otra cara de Lugones».

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Maximino Colado, vecino de El Carbayu, recuerda que la zona «cambió mucho, ahora está precioso. Hasta hace poco había dos chalés de cuando la fábrica estaba aquí. Esta naturaleza la hay en pocos sitios». Precisamente, el aire puro es muy apreciado entre los vecinos, ya que Lugones tiene altos índices de contaminación. «Es una maravilla, vengo todos los días, está muy cuidado aunque los fines de semana se encuentra masificado. En los 80 y principios de los 90 este terreno era todo salvaje», comenta Lalo Rodríguez.

Rutina similar lleva Delia López. Acude «dos veces al día porque además de la cercanía es un sitio estupendo». La oferta para disfrutar de una jornada diferente es un atractivo para vecinos de otras poblaciones comoVíctor Mare, que se desplaza desde La Corredoria: «Es un sitio fantástico para pasar el día con las barbacoas, el parque para los niños, las sendas para caminar y tienes lugares para disfrutar tanto del sol como de la sombra», comenta.Mare aprovecha para practicar ejercicio en la Acebera y es que los amantes del deporte encuentran en la orografía del terreno un circuito al aire libre donde realizar diferentes prácticas deportivas. «Está en medio de la naturaleza, salgo desde La Corredoria y vengo corriendo por la ruta delcolesterol», explica. El lugonense PabloCid en sus ratos libres aprovecha las diferentes zonas. Se acerca con el perro «para pasear o para andar con la bici.Esta zona cambió mucho pero para bien».

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Actividades y competiciones

Pruebas deportivas, eventos culturales y sociales buscan en esta finca un escenario diferente. «Además de un espacio botánico se ha convertido en un lugar de ocio», indica Marta Nosti. «Se llevan a cabo las actividades que son compatibles con la finca, porque lo primero es la propia finca y debemos proteger las especies y su conservación», añade. De esta manera, se permiten campeonatos de ciclismo de un área limitada que no afecte a las sendas, ya que esta práctica es muy agresiva para estos espacios. Competiciones de duatlón, cross, tiro con arco, juegos deportivos del Principado encuentran en la Acebera el recinto, contexto y condiciones adecuadas para cada deporte. Excursiones escolares de Siero y concejos limítrofes como Oviedo realizan escapadas a la finca para su contemplar la naturaleza y las miles de especies que allí viven.

El Ayuntamiento ha organizado varias ediciones del Encuentro delMayor, descubriendo a sierenses de otras localidades esta mancha verde única. Por último, una de las actividades que goza de gran aceptación entre el público son las Noches de la Acebera que se celebran en torno a las fiestas de Nuestra Señora delBuen Suceso de ElCarbayu. Estas jornadas proponen una oferta cultural en plena naturaleza dotando al espectáculo de un ambiente y una magia inigualable.

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