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El sacerdote mexicano Alejandro Solalinde durante su intervención de ayer en La Pola.
«Los migrantes no son un problema, traen la renovación del humanismo»

«Los migrantes no son un problema, traen la renovación del humanismo»

El sacerdote mexicano Alejandro Solalinde destaca al recoger el Premio de Derechos Humanos de Siero sus valores con la familia o el respeto a la tierra

José Cezón

Martes, 13 de diciembre 2016, 00:32

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El sacerdote mexicano Alejandro Solalinde hizo ayer un alegato en favor del movimiento migratorio globalizado, en la ceremonia de entrega del Premio Internacional Derechos Humanos Ayuntamiento de Siero. «Los migrantes no son un problema, traen una renovación del humanismo», afirmó el fundador del albergue Hermanos en el Camino, quien portaba una camiseta en recuerdo de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa y se puso una montera picona antes de dirigirse al auditorio.

«Vivimos un momento crucial para la humanidad por la decadencia de este sistema neoliberal capitalista», dijo. Y enumeró algunas de sus lacras: la deshumanización, la exclusión, la crisis de referentes o la violencia estructural. También aludió al consumismo imperante en los países desarrollados o al aumento de los suicidios. «Se ha perdido el sentido de la dimensión humana», lamentó.

Solalinde considera el movimiento migratorio como «un acontecimiento» y advierte que son «algo más que una procesión de personas en busca de trabajo y oportunidades, veo en ellos el relevo y la renovación espiritual de la humanidad». Y mencionó algunos de sus grandes valores como la defensa de la familia, del sentido comunitario o el respeto a la tierra.

También recordó la figura de Jesús de Nazareth, «un joven que soñó con un mundo y un amor incluyente». Y habló de los derechos humanos como un elemento «clave en la sociedad, pero que no sirvan de condimento de los discursos fáciles, sino que haya una verdadera pedagogía».

Cerró su intervención haciendo un llamamiento a la sociedad española «para que abra sus fronteras a la migración sin miedo» y lamentó que aún se sigan levantando barreras físicas en pleno siglo XXI. Sus últimas palabras fueron para la Iglesia Católica, a quien reclamó «un compromiso con los migrantes y que admita a las mujeres en su seno y a los jóvenes, que deje de ser una gerontocracia».

«Dar visibilidad»

El alcalde de Siero, Ángel García, destacó la importancia del premio «para dar visibilidad a un problema existente y que no podemos olvidar» y la necesidad de luchar contra quienes buscan la confrontación permanente. También intervinieron la directora general de Cooperación, Begoña Serrano; Aurora Lores, en representación del Consejo local de Solidaridad, y Patricio Prado, vecino de Viella e impulsor de la candidatura de Solalinde por tercer año consecutivo. Prado ofreció una sorpresa al homenajeado al interpretar la pieza mexicana 'La llorona' en el concierto de cierre de la Orquesta de Cámara de Siero.

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