El Supremo revoca la licencia de un gastrobar en un edificio protegido de Grado
A pesar del beneplácito de Patrimonio, la sentencia considera que el uso del inmueble resulta incompatible con su conservación
M. RIVERO
OVIEDO.
Jueves, 15 de diciembre 2022, 00:47
«¿Quién va a querer, en muchos casos, rehabilitar un edificio que está en estado de ruina si luego no puede usarlo como se hace en el resto de la villa?». El alcalde de Grado, José Luis Trabanco, lanzaba, «sorprendido», esta pregunta tras conocer el fallo del Tribunal Supremo que ha obligado a cerrar un gastrobar en la calle Eduardo Sierra por ubicarse en un edificio protegido. El órgano ha tomado la decisión de revocar la licencia municipal, lo que ha levantado ampollas en el Ayuntamiento moscón, ya que, según expresó el regidor, la sentencia, «además de causar un gran daño patrimonial al negocio (su propietario actuó previamente en el inmueble para garantizar su conservación, aunque respetando fachadas, cubiertas y huecos)», dibuja «un panorama incierto para los usos admitibles» en este tipo de edificaciones.
El documento considera «incompatible» el uso de la casa con el negocio de restauración y música amplificada prevista por su dueño, que no tiene posibilidad de recurrir la decisión del TS. «Como alcalde, no nos queda otra opción que acatar esta sentencia, pero no podemos entender una interpretación como la que se recoge en la misma: de hecho, va contra la lógica y me atrevería a decir que ni siquiera sirve para garantizar la protección de edificios históricos», insistió Trabanco. Para él, el fallo «puede conllevar importantes perjuicios para la capital moscona, toda vez que supone limitar posibles actividades productivas de edificios protegidos», pero también «en cualquier lugar de Asturias y de España».
Y es que la interpretación del Tribunal obvia tanto el aprobado del Consejo de Patrimonio como el hecho de que el Catálogo Urbanístico no prohíbe este tipo de usos.
La historia se remonta a febrero de 2021, cuando el Consistorio dio de paso las licencias de obra y actividad para reconvertir el que fuera un almacén de vino en el mencionado gastrobar. La situación del mismo era compleja ya que está situado en una zona protegida del casco histórico, cuenta con protección singular parcial y en aquel entonces transitaba la delgada línea del colapso. De ahí la necesidad de contar con el visto bueno de la Consejería de Cultura para iniciar la obra, que recuperaría la estructura interior. Y lo dio, aunque de poco ha servido.
Finalmente, para el regidor no tiene sentido, tampoco, que se plantee la prohibición desde la administración local de toda sustitución de estructuras deterioradas en edificios con este tipo de catalogación. «Si de verdad se pretende proteger y recuperar el patrimonio, en muchos casos tiene que ser al contrario, porque eso permitirá fomentar su rehabilitación, obviamente, siempre que se utilicen materiales acordes a su grado de protección».