«Solo buscábamos lo que creíamos que era mejor para nuestros hijos»

Teresa Morales y Felipe Canela, los padres de los dos menores que durante el pasado curso no fueron a sus respectivos centros escolares en Cangas del Narcea, acudieron a la Audiencia Provincial, en Oviedo, para la vista oral de un juicio en el que se les acusa de abandono de familia y un delito de desobediencia grave. La Fiscalía considera que no procuraron la atención necesaria a los menores, motivo por el que piden once meses de prisión para cada uno.

En el juicio, ambos progenitores narraron que desde el comienzo del año escolar trasladaron a los centros de sus hijos, que cursaban quinto de Primaria y segundo de Secundaria en dicho momento, su deseo de que estos siguieran el curso desde casa, enviando un escrito formal a ambos centros en el que se recogían los motivos por los cuales deseaban que los menores no acudiesen presencialmente a la escuela. Ante las preguntas de la defensa de la Fiscalía, afirmaron que también mantuvieron reuniones con los tutores de ambos, y con los directores de los centros, quienes les comunicaron que deberían aplicar el protocolo de abstención y alertar a los servicios sociales cangueses de la situación.

Precisamente los directores de los dos centros durante el pasado curso fueron quienes acudieron a prestar declaración en esta vista. Los docentes explicaron que ambos alumnos estuvieron ausentes durante la primera evaluación y acudieron a algún examen en la segunda, hechos que suceden tras haber recibido Teresa Morales y Felipe Canela una citación para acudir a la sección de Menores de la Fiscalía el 14 de diciembre de 2020. Allí se les alertó que sus hijos debían acudir al centro de forma presencial, ya que en España la educación domiciliaria no está recogida como legal en la Ley de Educación.

En dicho punto del curso, los padres solicitaron el expediente de los menores para realizar un traslado a un centro estadounidense que sí les permitía la escolarización domiciliaria, aunque este no pudo hacerse efectivo al no ser un centro homologado en España. Morales y Canela afirmaron ante la juez de la sección segunda de la Audiencia Provincial que no eran conocedores de esta situación y tras ser conocedores de la misma, buscaron una nueva opción. Finalmente los menores han sido matriculados en un colegio en Portugal que les permite estudiar desde casa, y acudir al centro tan solo para hacer los exámenes pertinentes.

Por parte de la Fiscalía, consideran que los padres fueron advertidos en las distintas entrevistas presenciales y telefónicas, y en los requerimientos que se les exigieron, y que la actuación deliberada y consciente de los padres provoco que se pusiera en marcha el protocolo de absentismo. Por su parte, el abogado defensor expuso que «la decisión de los padres durante los meses en los que los niños no van a clase, aunque si continúan recibiendo educación, es momentánea mientras encuentran la solución definitiva. No pretenden erigirse rebeldes ante un sistema que ya saben que no les acoge, simplemente buscan una solución, pero necesitan un cierto tiempo para adaptarse a la nueva situación».

«Nos hemos visto obligados a abandonar el país. En Portugal se permite que cualquier padre puede escolarizar a sus hijos por motivos personales o de proyecto educativo. Esto que nosotros hemos hecho, en España se considera criminal», expuso Felipe Canela tras el juicio. «Nuestra actitud ha sido estrictamente por preservar su salud. Me ha parecido que hay una intención de castigarnos no sé exactamente porqué», añadió Teresa Morales.

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