¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Ana Bernal, en un momento de la conferencia sobre los bulos machistas que ofreció en la Universidad Laboral. Jesús Manuel Pardo

Ana Bernal

Periodista, investigadora y experta en Igualdad
Ana Bernal: «El que tocó un pecho a la activista de Femen cometió una agresión sexual»

La docente malagueña, una de las voces críticas contra el maltrato informativo a Rocío Carrasco, ofreció una conferencia en Gijón la conferencia 'Claves sobre los bulos machistas' y advierte: «La carrera negacionista no ha hecho más que empezar»

Chelo Tuya

Gijón

Sábado, 22 de noviembre 2025

«La esposa no debe tener sentimientos propios, sino que debe acompañar al marido en los estados de ánimo de este, ya sean serios ya ... alegres, pensativos o bromistas». «Hay un principio bueno, que ha creado el orden, la luz y el hombre, y un principios malo, que ha creado el caso, las tinieblas y la mujer». «Las mujeres no son otra cosa que máquinas de producir hijos». «Dios creó a Adán dueño y señor de todas las criaturas, pero Eva lo estropeó todo». «Las niñas sufren toda la vida el trauma de la envidia del pene tras descubrir que están anatómicamente incompletas». «Las mujeres son el segundo sexo, inferior al masculino en todo respecto». «No se puede fiar un secreto a una mujer que no sea muerta». «Las mujeres no son más que órganos genitales articulados y dotados de la facultad de gastar todo el dinero del marido». «El fuerte de la mujer no es saber, sino sentir. Saber las cosas es tener conceptos y definiciones, y esto es obra del varón».

Publicidad

Se podría pensar que todas y cada una de las frases anteriores han sido pronunciadas recientemente por negacionistas de la violencia de género. Sin embargo, las firman Plutarco, Pitágoras, Napoleón, Lutero, Freud, Schopenhauer, Quevedo (el poeta, no confundir con el cantante canario), Faulkner y Ortega y Gasset. Lo que prueba que el negacionismo «no surge de la nada», sino que «tiene más de 2.000 años de historia» y que conceptos que hoy parecen como nuevos, «ya se decían ante». Unos conceptos que, antes y ahora, vienen a tener un objetivo común: «que la mujer se quede en casa criando a los hijos».

Así lo explicó la periodista, investigadora y docente Ana Bernal, especialista en casos de violencia de género y que logró máxima difusión con su participación en el documental de Rocío Carrasco, en la que la hija de Rocío Jurado contaba su viacrucis como víctima de violencia de género, pese a ser vista siempre «como mala hija, mala hermana, mala madre». Bernal acudió a Gijón invitada por el Gobierno del Principado, para participar en una de las actividades relacionadas con el 25N. Bajo el título 'El tratamiento de la violencia de género en los medios de comunicación', Ana Bernal ofreció, en la sala 3 de la Universidad Laboral, una conferencia sobre 'Claves contra los bulos machistas« en la que sentenció: »La carrera negacionista no ha hecho más que empezar«. Como freno, ella solo ve »la información. Esa va a ser clave«.

Y aquí llega el nudo gordiano. Si la información va a ser la clave, ¿cuánto deben evolucionar los medios de comunicación o cuánto deben formarse en perspectiva de género para evitar, sobre todo, ser propagadores de bulos, pero también para erradicar de las informaciones los sesgos machistas? La respuesta es que mucho. De mano, Ana Bernal contó que «el libro más vendido ahora en Amazon es uno que va sobre denuncias falsas. Por encima de las memorias del rey emérito. Si ese es el libro más vendido, ¿qué víctima de maltrato se va a atrever a denunciar?».

Publicidad

Como tampoco serán muchas las que se atrevan a dar el paso si los titulares que se encuentran en la prensa son del tipo «Una niña envía a la cárcel a su agresor tras grabar con cámara oculta cuando abusaba de ella», o «Muere un hombre que se prendió fuego en el coche con su mujer dentro», «Sufre un ataque de ansiedad tras pegar a su novia delante de sus tres hijos» o «Muere un hombre al saltar de una azotea cuando intentaba entrar en la casa de su expareja». Ninguno es un titular no solo objetivo, sino que cuente la realidad. «¿La niña es la mala por grabar a su padrastro cuando la violaba? ¿El agresor no es él?», se preguntó Bernal respecto al primero. «Y, el hombre que se prende fuego, lo que estaba haciendo era quemando viva a su pareja», sin olvidar que «el que falleció al saltar una azotea tenía una orden de alejamiento de la expareja en cuya casa intentó entrar».

Cómo se comunica influye «muchísimo» en cómo se asimila la realidad. Por ejemplo «con titulares como 'La brutal reacción de una camarera a la que un cliente tocó el culo' qué estamos diciendo, ¿qué se puede tocar el culo a la camarera?». En esa línea, la periodista e investigadora dejó claro que lo que hizo el hombre que, el pasado día 20, tocó la teta en varias ocasiones a una activista de Femen en Madrid «cometió una agresión sexual. Dice que se las tocó porque las llevaba al aire. ¿También me las tocará a mí si hago topless en la playa? Al final, estamos en lo de siempre, que el cuerpo de la mujer está a disposición del hombre».

Publicidad

En la foto superior, el público asistente a las jornadas. En la segunda, los poster sobre las sufragistas. Finalmente, las frases de personajes históricos sobre la mujer. Jesús Manuel Pardo

Ocultar los logros de las mujeres

No solo en los casos de violencia machista se detectan problemas con el sesgo de género. En otras informaciones la mujer sigue estando oculta. Y Ana Bernal puso ejemplos con otros tantos titulares: «Tesla elige a una mujer para suceder a Elon Musk» , «Una mujer gana por primera vez el Nobel de Matemáticas» «Una lesbiana logra la alcaldía por primera vez» enumeró para evidenciar que «no sabemos cómo se llaman estas mujeres». En otro de los ejemplos, el nombre de la protagonista sí se conoce, es Alexia Putellas, la laureada futbolista española, pero Bernal se fija en el reparto del protagonismo a la hora de contarlo en portada «Protagoniza la portada Benzemá, con su primer Balón de Oro, mientras que a ella, que lo conseguía por segunda vez, solo le dan un pequeño circulito con su foto».

Una ocultación de los logros de las mujeres que «es continua en el tiempo. La ignorancia de las luchas y los logros ha sido una de la principal forma de mantener a las mujeres subordinadas. También porque, por un motivo de supervivencia, algunas mujeres se han aliado con el mensaje machista. Solo conociendo la historia podremos lograr la emancipación», explicó Bernal parafraseando a la feminista Gerda Lerner.

Publicidad

Y se reproduce ese demérito de lo logrado por las mujeres, al igual que se ponen de moda modelos de familia trasnochados, en los que ella se queda en casa y él se va a trabajar. El movimiento 'tradwife', acrónimo del inglés 'traditional wife', «no es nuevo», sino que «nos lleva al gineceo griego». Es una recuperación de la vida 'tradicional' «que llega cuando el feminismo estaba cogiendo fuerza, sobre todo a partir de 2018». De ahí que ya se escuchen mensajes «como que las mujeres dejen de votar. Que el vote se agrupe a uno por hogar y, claro, que sea el hombre el que vote». Y para los que critican a las feministas actuales y ponen como ejemplo de buenas prácticas a las sufragistas, Bernal también tiene respuesta. En forma de imágenes. «Cuando las feministas exigían el voto se publicaban carteles en los que se las ridiculizaba». En uno de ellos, hay una pregunta: ¿Qué haría yo con las sufragistas? La imagen es la respuesta: La mujer está atada a una silla, tiene su cabeza metida en una jaula y de su tobillo derecho sale una cadena de hierro atada a una pieza del mismo metal de 56 libras. O, lo que es lo mismo, 25 kilos.

Elena Plaza, Silvia López, Chus Neira y Chelo Tuya. Jesús Manuel Pardo

«Ni crimen pasional ni violencia doméstica»

La jornada organizada por el Gobierno regional, 'Tratamiento de la violencia de género en los medios de comunicación' tuvo, además de la conferencia de Ana Bernal, una mesa redonda en la que participaron los periodistas Silvia López, Chus Neira y Chelo Tuya, de RTPA, La Nueva España y EL COMERCIO, respectivamente. Begoña Huergo, directora del Instituto de Administración Pública, fue la encargada de abrir la jornada, en sustitución de la directora general de Igualdad, Vanesa Fernández, que no pudo asistir por el fallecimiento de un familiar. Huergo recordó la importancia de los medios de comunicación en la tarea de acabar con los crímenes machistas, y cómo es importante «no hablar de crimen pasional o violencia doméstica». Durante la mesa redonda, moderada por la periodista Elena Plaza, los tres periodistas explicaron al público la dificultad de encontrar reposo para madurar informaciones candentes, como ocurre tras conocerse un asesinato machista, así como la competencia que suponen las redes sociales, tanto como difusoras de bulos y como acicate para ofrecer la información en el tiempo más rápido posible.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad