La Universidad de Oviedo lanza una campaña sobre el acoso en redes: «No sólo está mal, es que además es delito»
La Universidad lanza una campaña para recordar a los más jóvenes que el acoso en redes conlleva penas de prisión
Mandar cientos de mensajes, hacer llamadas reiteradas alterando la vida cotidiana de la persona que lo sufre. Es 'stalking' digital. Está mal. Y es delito: según el Código Penal puede conllevar una pena de prisión de tres meses a dos años. Difundir sin consentimiento imágenes o vídeos con contenido íntimo y sexual, que hayan sido obtenidos con consentimiento. Es 'sexting'. Está mal. Y es delito: de tres meses a un año de prisión.
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Que te lleguen esas imágenes, con contenido íntimo o sexual de otra persona y las reenvíes. Es redifusión del 'sexting'. Está mal. Y es delito. También es delito el acoso sexual. Y la agresión sexual. Y muchas más actitudes que son, desgraciadamente, habituales entre los jóvenes. Y a ellos, a los estudiantes de institutos y también a los universitarios, se dirige especialmente la campaña que ha lanzado la Universidad de Oviedo en este 25N. Presidía la presentación, en la Biblioteca de Humanidades del campus de El Milán, una enorme pregunta: '¿Nuevos tiempos, nuevas formas de violencia?' Parece que la respuesta es afirmativa.
«Habíamos puesto todas las esperanzas en las generaciones futuras», admite la directora de Igualdad de la Universidad, Paz Menéndez. Pero en esas generaciones se sigue dando la «manifestación más brutal de la desigualdad», que «se construye sobre la injusticia más absoluta, con la única razón de considerar la superioridad del hombre sobre la mujer». Admite Menéndez que hay «datos alarmantes» de una violencia oculta entre las más jóvenes, que incluso no son capaces de identificar que la están sufriendo.
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De ahí que la Universidad de Oviedo haya apostado por una campaña «dura, porque la realidad lo es, porque hay muchas mujeres sufriendo», explica el responsable de la misma, el decano de Derecho, Javier Teruelo. Una campaña que trata, con mensajes muy claros, con pictogramas muy explícitos, que todas esas actitudes que tienen tan interiorizadas «no sólo están mal sino que, además, son delito». Teruelo confirma que las «relaciones de control parecen haberse instaurado en las generaciones más jóvenes», muy influidos por las «subculturas digitales» y por una «necesidad de complacencia de la mujer hacia el varón». Y todo ha llevado a una normalización de lo que no lo es. «Habría que hacer públicos determinados grupos de Whatsapp», dice Teruelo.
Una veintena de pictogramas se irán publicando en los próximos días, con otros tantos mensajes que recogen «conductas de acoso que se reproducen entre los universitarios y en los institutos». Y que son delito. Con solo apretar un botón del móvil. Y que llevan a las víctimas a tratamientos psicológicos, traumas, «destrucción social».
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En el intento de usar sus lenguajes, de llegar a quienes deben escuchar el mensaje, la Universidad de Oviedo recurrió a la música de Gazir, que ya colaboró en una campaña de la institución para atraer alumnado de fuera de Asturias. Junto con Adriana, ambos pusieron rimas, versos e improvisación, a los mismos mensajes: 'El patriarcado debe quedar en el pasado', 'la que está callada, la que no dice nada, pero tú sabes que está controlada', 'los golpes que duelen incluso a través de la pantalla', 'ningún ser humano es tuyo'.... «Si con esto no llegamos a vosotros, no sabemos cómo...», dice el rector, Ignacio Villaverde.
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