La Universidad reabre sus aulas «con tranquilidad» diez meses después

Había ganas. Tantas, que el propio decano de la Facultad Jovellanos, Levi Pérez, se sorprendía de la numerosa asistencia a la jornada de acogida a los nuevos alumnos. Por la mañana, que solo estaban citados los estudiantes de Comercio y Marketing, algo más de 150 participaron en el acto. Por la tarde, con el resto, más de lo mismo. Y aún así, la palabra más repetida fue «tranquilidad». E incluso «normalidad».

Lo cierto es que no fue un arranque completo. Lo explicaban los decanos y también el propio rector, Ignacio Villaverde. Fue «todo bien», pero es que muchas facultades habían reservado la jornada para las reuniones de bienvenida y actos de acogida de los nuevos estudiantes. Y donde había clases, eran pocas. El arranque al 100% será el lunes, explicó Villaverde, quien aseguró que se había puesto en contacto con los decanos y les había trasladado «nuestro apoyo y nuestro ánimo». Especialmente pendiente estuvo el rector de los centros que podían tener mayores problemas de espacio. De momento, todo en orden.

Uno de esos centros es la facultad de Ciencias. Su decano, José Manuel Noriega, es uno de los que había advertido que en su caso era imposible cumplir con la recomendación de dejar una distancia de examen (un puesto libre entre alumnos). Las seis aulas más problemáticas ya tienen instalados los medidores de CO2 y se espera por once más. Noriega explicaba que había estando muy pendiente del arranque de los dos turnos, de mañana y de tarde, y que todo había transcurrido «con normalidad». Tan solo había sido necesario recordar en algún momento a los estudiantes que se pararan a charlar en los pasillos. El lunes el regreso será total, pero ayer ya hubo, asegura el decano, aulas «bastante llenas».

Tranquilidad también en la Politécnica de Mieres. Su directora, Asun Cámara, admitía las ganas que había de «tener actividad presencial», y eso pudo con cualquier otro temor. Como en la mayoría de los casos, ayer se habían programado pocas clases y buena parte de la mañana estuvo dedicada a la jornada de acogida, celebrada en la Sala de grados, para presentar el nuevo curso y resolver dudas. Misma tranquilidad que en Derecho, explicaba el decano, Javier Teruelo, satisfecho de lo concienciados que se mostraban los alumnos y en qué grado respetaron las normas.

La confianza está puesta ahora en que esa tranquilidad dure todo el curso para poder mantener la presencialidad. Los alumnos son los más interesados. Alejandra Díaz Rocha, representante de los estudiantes en el Consejo Social, lo dejaba ayer claro. Estaban «saturados de pantallas» y ayer, dice, se notaba el alivio. En su caso personal, arranca el máster de Abogacía, encantada de poder hacerlo de forma presencial. Los compañeros de la edición anterior lo tuvieron que hacer online. «Es lógico que se priorizara la seguridad y la sanidad pero, por mucho esfuerzo que se haga, sin clases presenciales no se llega igual al alumno».

Pero la experiencia de los últimos dos cursos deja claro que las pantallas no se pueden olvidar, mientras se vuelve a la presencilidad la Universidad de Oviedo ha actualizado el campus virtual, con algunas novedades.