Los vecinos aportan pistas sobre los posibles causantes del fuego

Tanto la Guardia Civil como las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales del Principado (Bripas) siguen estrechando el cerco para identificar a quienes pudieron iniciar los incendios forestales. Es un trabajo lento, que se inicia con una inspección ocular de cada zona calcinada, entrevistando después a quienes pudieron ser testigos de los movimientos ocurridos el día de autos. Se están revisando también las llamadas de los vecinos al 112 y entre las opciones de los agentes está obtener de las operadoras de telefonía datos que posicionen dónde estaba cada teléfono móvil en las horas en las que se inició el incendio forestal.

Fuentes del Principado confirman que las pesquisas avanzan en parte gracias a las pistas aportadas por los vecinos. El pasado fin de semana, a la 1 de la madrugada, un habitante de Onís aseguró al 112 que había visto «ver prender a dos jóvenes en el arcén de la AS-114, kilómetro 13. Uno llevaba una capucha amarilla y el otro una roja». Una hora después otro informante desde Salas indicó que desde su concejo «hacia el Viso, en la zona de San Martín, estaban viendo en el monte varias linternas y cómo se iniciaban varios focos». El día 11, en La Camocha, otra llamada aseguraba que «un hombre mayor» estaba prendiendo fuego a pesar de estar prohibido por las condiciones meteorológicas.

De siete pesquisas de las Bripas, solo se considera que el gran incendio de Folledo-Valdés «podría tener intencionalidad de creación de pastos». En el resto no ven «el patrón clásico de limpieza y creación de pastos».