Más de 100.000 alumnos asturianos vuelven a clase: «Empezamos a tope»

Todos los patios se han llenado de bullicio, mochilas y padres despidiéndose. Todos, salvo el del colegio público rural de Logrezana, en Carreño, donde las familias han decidido no llevar hoy a sus hijos a clase (un total de nueve alumnos) como señal de protesta ante la Consejería de Educación y su titular, Lydia Espina, «por no haber cumplido la promesa de que continuaríamos con el mismo director».

En Gijón, el colegio público Pumarín ha arrancado con «todo el profesorado, todos los niños y niñas, la ilusión y las ganas; los cócteles adecuados para tener un centro educativo vivo y dinámico», señaló el director, Alberto Ferrao. Con aproximadamente 360 alumnos, es de los pocos colegios que no ha presentado una caída de la matriculación en cuanto a los niños de 3 años como consecuencia del descenso de la natalidad. «Seguimos teniendo dos aulas y también está llegando gente de otras nacionalidades y de lugares próximos, que es reflejo del buen hacer del claustro del profesorado y del centro, que está atrayendo gente».

Cabe destacar que la tormenta caída la pasada noche ha provocado incidencias en al menos dos centros educativos. A primera hora de la mañana, en el CEIP Alfonso Camín no había luz. Además, el patio del IES Río Piles amaneció con un árbol de grandes dimensiones en el patio.

Respecto a la implantación completa de la LOMLOE en los cursos pares, afirma que no es algo que les preocupe. «Somos un centro que ya partimos de una base muy importante en cuanto al claustro del profesorado, que ven en la innovación educativa un elemento clave y fundamental en la práctica docente. Llevamos trabajando en ello desde el año pasado y este curso vamos a seguir dando pasos en el trabajo por proyectos, vinculado a un eje común que favorece mucho la transversalidad», anotó el director.

En el IES Carreño Miranda de Avilés, la primera jornada lectiva llega con muchas caras nuevas entre el alumnado de primero de bachillerato. Tal y como ha destacado el jefe de estudios, Víctor Carreño, casi la mitad de los alumnos, entre el 40 y el 45%, son nuevos en el centro. Para familiarizarse con las instalaciones, los estudiantes han recibido una visita rápida realizada por otros compañeros que se ofrezcan voluntarios.

En la presentación del nuevo curso, se han destacado dos novedades fundamentales. La primera de ellas ha sido la asignación de una entrada única al instituto por la puerta principal, quedando cerradas las otras dos que hasta el momento podían utilizarse. Por otro lado, se ha incidido en la nueva medida 'antimóviles', que prohíbe su uso dentro del instituto a los casi 800 alumnos, profesores y todo el personal del centro. «No se trata de ningún capricho, sino de una necesidad», ha resaltado el jefe de estudios, que también ha hecho hincapié en los beneficios que esto puede traer a los estudiantes, mejorando su rendimiento y concentración. Para suplir la presencia de los móviles, se ampliará la oferta de actividades disponibles durante los recreos para así «disfrutar más allá de las pantallas».

La directora del Carreño, Natalia Menéndez, pone el foco en afrontar de la mejor manera posible la segunda fase de la implantación de la LOMLOE, este año en los cursos pares, y también en «la prevención del acoso escolar». Además, desde el centro pondrán en marcha acciones «focalizadas en el bienestar emocional del alumnado, un problema importante en nuestra sociedad», declaraba Menéndez.

El colegio público La Ería de Lugones arrancó su primer día lectivo de una manera especial. Entre sus escolares hay aproximadamente 50 alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE), siendo este el único centro de la localidad que dispone de un aula abierta «para cinco niños con autismo». Por eso, con el objetivo de «visibilizar que la comunicación es mucho más que idiomas o palabras», las familias del AMPA colgaron esta mañana una pancarta de bienvenida en español, inglés, lenguaje de signos y pictogramas para recibir a los alumnos.

«De esta forma hacemos que la familias tengan interés y que los críos, ya desde pequeños, entiendan este tipo de comunicación aumentativa, tan importante para los niños con trastorno del espectro autista (TEA)», señalaron desde el AMPA. Esta idea de la pancarta es sólo «un punto de partida a todo lo que queremos hacer este año. El colegio está dispuesto a colaborar y tenemos la gran suerte de que es un centro que apuesta por la inclusión, con profesores que nos apoyan y una auxiliar que nos da muchísima energía e ideas para hacer cosas con los niños», explicaron.

En el occidente de la región, la vuelta a las aulas se ha desarrollado esta mañana con los nervios e ilusión propios del primer día de clase. Lo ha vivido en primera persona Raquel Menes, la directora del colegio público Pedro Penzol, de Puerto de Vega (Navia), donde han dado la bienvenida al nuevo curso «con muchas ganas e ilusión, el profesorado muy motivado y el alumnado también con ganas y sonriente».

Aunque «hubo algún lloro» a la hora de despedirse de los padres y adentrarse en las inmediaciones del centro, «los neños están contentos y llegaron emocionados, se sienten bien en el cole», remarcó Menes, quien añadió que «empezamos con alegría y además vienen de post fiesta (por las patronales de Puerto de Vega)».

Desde el equipo directivo del centro esperan que este sea «un buen curso», ya que cuentan con el camino ya recorrido el año pasado en la educación por proyectos que establece la LOMLOE. Además, es un centro pequeño, con 100 alumnos en total y 22 profesores, por lo que «eso permite la personalización de la enseñanza y la atención individualizada» a la que se dirige la docencia. Y no sólo eso. Este año el colegio entero va a desarrollar un proyecto de innovación, Musicarte, para trabajar en torno a la creatividad, la música y el arte, relacionado con los distintos planes del centro y el trabajo de las áreas curriculares.

En el caso del colegio público San Jorge de Luiña, ubicado en la localidad de Tormaleo, en Ibias, la de hoy fue una jornada 'normal' pero cargada de incretidumbre. «Ya empezamos, pero no sabemos hasta cuándo en realidad. Por el momento figuran aún cuatro alumnos matriculados pero solamente vienen dos niñas», comentaba su directora, María Palacios, que repite este año al frente del colegio.

Y es que en el centro sólo hay dos alumnas y tres profesoras. Palacios, a jornada a completa, y una profesora para Educación Física y otra para Lengua, ambas a media jornada. Del otro colegio de Ibias, el Aurelio Menéndez, se desplazan también otros profesores para impartir Música y Audición y Lenguaje, entre otras materias.

En el oriente asturiano, el curso arranca este lunes con normalidad y marcado por la misma tendencia regional de descenso de alumnado. Es el caso del colegio público Río Sella, de Arriondas, donde este curso pierden un aula de infantil. «Pasamos de tener dos unidades en todos los niveles a solo una en tres años, con dieciséis niños», explicó el director, David Blanco. Recordó además que se trata de la «tendencia en todos los sitios, no sé si es post covid o qué».

El centro cuenta con un total de 280 alumnos, una treintena de profesores y 17 unidades. Gran parte de los escolares acuden al colegio en transporte, servicio que arrancó «sin ningún problema», indicó el director. Más allá de las cuestiones organizativas, el primer día de clase fue motivo de alegría para muchos niños por el reencuentro con sus amigos tras el verano. «Empezamos a tope», dijo Blanco.

Comienza así un año académico que viene marcado por dos grandes novedades: la culminación de la implantación de la nueva ley educativa, la LOMLOE, en los cursos pares, y la pérdida de los profesores de refuerzo covid para alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE).

Otras de las novedades a las que tendrán que hacer frente los docentes son la implantación del nuevo programa 'habLE', que sustituye al programa de bilingüismo (inglés) de 2014, o la digitalización de los centros y la acreditación de la competencia digital.

Como ocurre todos los años, hay centros que todavía no tienen a todos sus docentes (que en el conjunto de la región son algo más de 12.000) al tener lugar la segunda convocatoria de interinos mañana mismo.

No sólo los alumnos de colegios e institutos regresan hoy a las aulas. También lo hacen los universitarios. La Universidad de Oviedo ha abierto sus puertas a un total de 19.333 estudiantes, a falta de que se cierre el plazo de matrícula el próximo 20 de septiembre, que se han incorporado hoy a los campus de Oviedo, Gijón, Mieres y Avilés.

En su caso, el arranque del curso viene condicionado por el traslado de la Escuela de Minas a Mieres y la puesta en marcha de cuatro dobles titulaciones (tres dobles grados y un doble máster), entre ellos el doble grado de Matemáticas e Informática, que determinan un año ilusionante para la institución académica y con visos de incertidumbre para los estudiantes. Sobre todo, para los alumnos que ya venían cursando el grado en Ingeniería de Tecnologías Mineras en Oviedo y que ahora tendrán que desplazarse hasta la cuenca.